Guadalajara.— La mayoría de las 20 víctimas que dejó la emboscada con explosivos ocurrida la noche del martes en Tlajomulco, son civiles y entre ellos hay tres menores heridos, informó el fiscal de Jalisco, Luis Joaquín Méndez Ruiz.
El gobernador Enrique Alfaro calificó ayer el hecho como “un acto de terror brutal”.
El fiscal precisó que de las seis personas sin vida cuatro son policías —tres elementos de la fiscalía y uno del municipio de Tlajomulco— y dos más son civiles que hasta ayer no habían sido identificados. De los 14 heridos, dos son policías —uno de fiscalía y otro municipal— y el resto son civiles, entre los que hay tres menores de nueve, 13 y 14 años.
Por la mañana, al hacer la relatoría de los hechos, el gobernador dijo que el despliegue de elementos fue a partir del reporte que hizo una integrante de los colectivos de madres buscadoras.
“Ayer [el martes] una ciudadana que participa en los colectivos de madres buscadoras recibió una denuncia anónima diciéndole que había un punto donde habría presuntamente restos humanos. La ciudadana informó a las autoridades y, como siempre lo hemos hecho, atendimos el reporte y acudimos a revisar lo que estaba sucediendo. Lo que sucedió es que esta llamada buscaba la presencia de nuestras policías para poder agredirlas con estos artefactos explosivos”, aseguró.
Agregó que hasta que no se revisen los protocolos para realizar este tipo de búsquedas, éstas quedarán suspendidas para proteger a policías y colectivos.
Al respecto, el colectivo Madres Buscadoras de Jalisco negó que alguna de sus integrantes hubiera recibido información sobre algún hallazgo en la zona de Tlajomulco y mucho menos haber proporcionado esa ubicación a las autoridades.
“Si crees que corremos peligro, Enrique Alfaro Ramírez, danos la protección que merecemos por hacer tu trabajo. No quieras ocultar lo que todo mundo sabe, que estamos caminando sobre un cementerio”, señaló el colectivo en un posicionamiento publicado en redes sociales, y advirtió que no dejarán de salir a campo para hacer búsquedas.
El fiscal insistió en que no se trata de dejar de buscar, sino de revisar la estrategia para que no vuelva a ocurrir un ataque así.
Precisó que los delincuentes que prepararon la emboscada enterraron los artefactos para hacerlos explotar en el momento en que los policías realizaban la búsqueda de restos humanos en el terreno. Indicó que, hasta la tarde de ayer, personal del Agrupamiento Técnico Especialista en Desactivación de Artefactos Explosivos (Tedax), de la Secretaría de Seguridad Pública estatal, trabajaba en el sitio, donde habían logrado desactivar uno de los ocho explosivos que se plantaron.
Faltan explicaciones
En opinión de César Pérez Verónica, defensor de derechos humanos y profesor del Iteso, este ataque contra los elementos de la fiscalía no necesariamente tiene que ver con la labor que hace la dependencia en la búsqueda de las personas desaparecidas.
“En eso ha sido un fracaso; entonces, habrá otros elementos que hay que tomar en cuenta para saber por qué se realizó este tipo de acto, pero de eso, desafortunadamente, no nos vamos a enterar porque esta fiscalía no está diseñada para hablar con la verdad”, expuso.
Consideró que, a la luz de lo que hasta ahora se ha informado, el ataque fue dirigido contra elementos de la fiscalía, pero se deben conocer los verdaderos motivos y no aprovechar una coyuntura para dejar de hacer búsquedas de fosas clandestinas.
Recordó que Tlajomulco es donde se concentra el mayor número de sitios de inhumación clandestina y del que se han rescatado más cuerpos en Jalisco.
Según cifras de la fiscalía estatal, de diciembre de 2018 al 30 de junio pasado tan sólo en este municipio se han encontrado 63 fosas y recuperado 635 cuerpos.
Lo anterior, sin contar la fosa localizada por el colectivo de Madres Buscadoras de Jalisco el pasado 4 de julio en la comunidad de San Juan Evangelista, de donde se han extraído más de 50 cuerpos, de acuerdo con información extraoficial.