Acapulco.— Ante la falta de servicios públicos, el puerto de Acapulco se ahoga en toneladas de basura y desechos que ya están provocando problemas de salud en niños y adultos mayores.
Avenidas y calles de la mayoría de las colonias del puerto lucen con banquetas y camellones repletos de desechos, derivados de la destrucción que dejó el huracán Otis, que día a día aumentan, sin que las autoridades locales se den abasto en la limpieza.
En la Costera Miguel Alemán, la principal del puerto, la basura acumulada suelta olores fétidos, en algunos casos poco soportables.
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La falta de camiones recolectores obligó a hoteleros, restauranteros, bancos y tiendas de autoservicio a contratar empresas privadas para el levantamiento de los escombros y desechos, pues le urge reabrir para reactivar la economía del turismo.
Sin embargo, en colonias populares como Carabalí, la situación es grave, debido al creciente aumento de tiraderos clandestinos con todo tipo de basura y desechos.
En la calle Río Grande, de la colonia Carabalí, vive la señora Leticia Torres, quién se organizó con sus vecinos para evitar que a unos metros las personas tiraran basura y residuos.
Sin embargo, no pudieron porque su calle se convirtió en un basurero clandestino que día a día crece, pues a todas horas llegan personas y vehículos a depositar principalmente vísceras y carne descompuesta.
“La basura nos está trayendo muchas enfermedades estomacales, diarrea, vómito a los niños y a las personas adultas mayores”, acusa la señora Leticia.
La mujer se queja de que “la gente sigue y sigue tirando; ellos no quieren la basura afuera de su casa, pero nosotros sí tenemos que aguantarnos todos estos malos olores. El olor es muy fétido, horrible el olor”.
Por lo que exige a las autoridades levantar este punto negro de basura, que está provocando infecciones entre los habitantes de la calle Río Blanco, que está sobre un río de aguas negras.
En tanto, Pedro Francisco Villafaña explica que todos los vecinos bloquearon la calle para impedir que personas llegaran a tirar más basura, pero no hacían caso y ya va más del doble de la basura acumulada tras el paso del huracán.
“El olor está insoportable y las enfermedades están al día, del estómago. Yo, por ejemplo, van dos veces que me enfermo y tenemos un niño en la familia que se lo acaban de llevar al hospital. Un señor acaba de fallecer también”, comenta.
El joven afirma que el servicio de limpia del municipio tardará en recoger la basura, debido a que no hay suficientes camiones. Explica que en la calle donde vive había un contenedor de basura, pero el huracán se lo llevó y pese a ello, las personas y locatarios de un mercado tiran basura en su calle, por lo que la situación se agravó.
Ante la desesperación por la acumulación de basura, por la noche algunos vecinos queman los tiraderos clandestinos con el fin de evitar focos de infección.
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Mientras que, en el día, por donde se circule los habitantes esquivan los montones de basura que tratan de tapar ante el mal olor.
Al respecto, la secretaria del Bienestar y Desarrollo Comunitario de Acapulco, Leticia Lozano Zavala, admite que el tema de la basura rebasó al municipio, por lo que hizo un llamado a los acapulqueños a acumular los desechos y sacarlos.
“Estamos esperando tener más góndolas y máquinas que nos van ayudar a recolectar la basura”, indica la funcionaria.
La secretaria revela que los tres niveles de gobierno están buscando poner otro relleno sanitario, porque el actual es insuficiente y no tendrá capacidad para recibir miles de toneladas de basura derivadas del huracán Otis.
“Estamos buscando hacer otro relleno donde se pueda tirar la basura, porque el relleno que tenemos no va a ser suficiente, pero ya se está planeando poner otro lugar donde se pueda tirar la basura. Al igual se están buscando empresas, creo que algunas se están ofreciendo a ayudarnos para ver dónde se pueden llevar la basura de los árboles, las láminas y, creo, nos van a apoyar en esta parte”, comenta.
Lozano Zavala asegura que se está trabajando en el tema y que la basura orgánica que se va descomponiendo se va a tirar en el relleno que ya tiene el puerto, y el resto en el nuevo que se está proyectando.
“El problema es grave. Los ciudadanos nos están ayudando, estamos organizando con las colonias donde vamos a llegar a las calles”, explica.
El personal dedicado a limpiar las vialidades, entre ellos trabajadores de la Secretaría de Servicios Urbanos de la Ciudad de México, no se dan abasto para la recolección de desperdicios. Al momento no se ha visto ningún camión recolector de basura del municipio de Acapulco, gobernado por la morenista Abelina López Rodríguez.