De los dos años de secundaria que ha cursado David Sánchez, año y medio ha sido en línea. Pero desde el próximo lunes lo hará de manera presencial, cuando inicie el tercer grado de secundaria .
Como todos los estudiantes, en los dos últimos ciclos escolares tuvo que echar mano de la tecnología para tomar clases a distancia , herramientas que otros tiempos hubieran sido imposibles de usar, al no contar con los adelantos en las comunicaciones que se tienen desde hace casi 30 años.
Dice que durante el último año y medio ha tomado clases a través de su computadora y con el teléfono celular. “Me gusta mucho (tomar clases a distancia) está padre, pero lo que no me gusta es no poder socializar con mis compañeros.
A veces no tener al profesor en vivo, para que te resuelva alguna duda más fácilmente, es algo que afecta un poco para entender las cosas. Por esa razón me gustaría regresar a las aulas”, abundó.
David, de 14 años de edad, indica que les habían dicho en su secundaria que regresarían a clases en la modalidad híbrida, pero les avisaron hace poco que el inicio del ciclo escolar volverá a ser de manera virtual.
Los cambios en los escenarios epidemiológicos por la pandemia provocan que en muchas escuelas se dé marcha atrás en los planes de volver a las clases en las aulas, con alumnos y maestros juntos de manera física.
Comenta que el regreso a clases presenciales , cuando las condiciones sanitarias provocadas por el virus SARS CoV-2, causante de la enfermedad Covid-19 , será de alegría, de ver a los compañeros, a los amigos, a los maestros que ya conocen los alumnos.
Señala que ha hablado un poco con sus compañeros del regreso a clases. “Algunos si quieren regresar, otros no. Dicen que están bien en su casa. Si se toman las medidas correctas, es seguro regresar a clases, sin miedo”, sostiene.
Cuando se podía ir a clases presenciales, David usaba el transporte escolar gratuito del municipio de Querétaro , llegando en cinco minutos a la secundaria.
Agrega que en el gobierno deberían ponerse de acuerdo, pues a veces dicen que se regresa a clases, otras que no, confundiendo a los estudiantes y maestros que no saben de qué manera regresarán a clases a partir del 30 de agosto.
“Me gustaría ver a mis compañeros, a mis amigos. No estar viéndolos por medio de la computadora”, dice Patricia Valdez, ante el próximo regreso a clases. La menor, de 11 años de edad, ingresará a sexto grado, su último año escolar con sus mismos compañeros de toda la primaria.
Señala que tiene poco más de año y medio sin tomar clases presenciales, con excepción de dos días que fue a su escuela a tomar dos clases presenciales, de apenas tres horas, antes de concluir el quinto grado de primaria.
“He tomado clases en mi computadora. Algunas veces en mi celular, ya que algunas veces hemos tenido que salir de la casa por algunas cosas.
Me he sentido muy estresada. Algo que no me gusta es que a veces nos hemos quedado sin internet , pero es más fácil, creo yo, porque si en algún momento tengo que buscar algo en internet no tengo que preguntarle a mi maestra. Sólo tengo que abrir Google y buscar. He aprendido a redactar discursos, usar mejor la computadora. Antes no sabía usar muchas cosas. Ahora la uso para todo o para casi todo”, afirma.
Precisa que le gustaría regresar a la escuela, a clases presenciales, pues le gustaría reencontrarse con sus compañeros, con sus amigos.
Sobre el regreso a clases presenciales, dice que sabe que debe de tener el cubrebocas todo el tiempo puesto. Sus papás le han dicho muchas veces que es muy importante que nunca se quite el cubrebocas. Además debe lavarse las manos al llegar a la escuela, al entrar al salón, además de limpiar sus zapatos antes de entrar a las aulas.
También algo importante es que dentro del salón debe estar separada de sus compañeros por un metro y medio de distancia. “Hay mesas que no podemos usar, para evitar estar juntos”, afirma.
Patricia imagina que en el regreso a clases habrá algunos de sus compañeros que no irán, por así decidirlo sus padres, para evitar contagios. Les han dicho que el grupo se dividirá en dos células para ir de manera presencial a la escuela. Algunas semanas les tocará en línea y otra semana en presencial. Puntualiza que casi nunca habla con sus compañeros del regreso a clases presenciales.
“Estoy un poco asustada, pero muy emocionada de regresar a la escuela y si me gustaría regresar”, agrega.
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