La grey católica recibió con fervor la reliquia de San Juan Pablo II en la parroquia de San José, municipio de Jiutepec, con la esperanza de que el vestigio del santo padre ayude a disminuir la y se recobre la paz en México y el mundo.

El secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano, Ramón Castro Castro, ofició una misa y celebró la llegada de la reliquia, consistente en una gota de sangre encapsulada, la cual fue depositada en un nicho elaborado por la comunidad católica.

“En primer lugar pedir por la paz que por esa razón las reliquias están aquí, pedir paz por el mundo, en Ucrania, en Rusia, el medio oriente, en México, en Sinaloa, Michoacán y Guanajuato; en todos estos lugares donde la violencia se han puesto verdaderamente preocupantes y lo que acaba de suceder en Chilpancingo, Guerrero”, dijo el obispo previo a la misa.

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Reliquia de primer grado de San Juan Pablo II con motivo de la violencia que se vive en el país y en Morelos. Foto Tony Rivera / EL UNIVERSAL
Reliquia de primer grado de San Juan Pablo II con motivo de la violencia que se vive en el país y en Morelos. Foto Tony Rivera / EL UNIVERSAL

El jerarca católico consideró que la motivación que genera la reliquia servirá para reforzar la fe y la oración en busca del bienestar del mundo, como el daño que sufrieron en Florida, Estados Unidos, y en Guerrero, México con los desastres naturales.

La reliquia fue traída a Morelos por gestión del padre Tomasz Chlebowski, de origen polaco, párroco de la iglesia y amigo personal del cardenal Stanislaw Dziwisz, secretario particular del expapa Juan Pablo II y con quien convivió durante su estadía de estudios en Roma.

El obispo contó que cuando el párroco llegó a Jiutepec hace unos dos años, vio la situación de violencia y creyó que era oportuno hacer algo para contrarrestar esa violencia. Buscó su contacto y pidió traer la reliquia a la diócesis de Cuernavaca.

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Reliquia de primer grado de San Juan Pablo II con motivo de la violencia que se vive en el país y en Morelos. Foto Tony Rivera / EL UNIVERSAL
Reliquia de primer grado de San Juan Pablo II con motivo de la violencia que se vive en el país y en Morelos. Foto Tony Rivera / EL UNIVERSAL

Tomasz Chlebowski, párroco de la iglesia San José, afirmó por su parte que resulta muy importante tener la reliquia en Jiutepec porque hay mucha violencia, y cada día llegan más personas heridas de esta violencia por la pérdida de sus hijos.

El sacerdote considera que la reliquia significa una fuente de espiritualidad, y aunque las gotas de sangre son pequeñas serán conservados y esperan que esta acción derrame bendición de amor y paz, no solo a Morelos sino para México y el mundo.


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