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Monterrey.- Los cinco integrantes de la familia Sifuentes González, que murieron en un accidente de helicóptero al ir a conocer el monte Everest en Nepal, eran muy unidos y esto ocasionó que murieran todos a la vez, pues se pusieron de acuerdo para ir de vacaciones, no obstante que una de la hijas estaba en la Ciudad de México y el joven Fernando estaba en Rusia, contaron sus amigas cercanas al término de una misa para rogar por su eterno descanso.
El servicio religioso, oficiado por el sacerdote Rafael Guerrero Galván, se llevó a cabo en el Templo del Señor de la Misericordia que se localiza en la colonia Jardines de Anahuac, en el metropolitano municipio de San Nicolás de los Garza.
Al término de la misa, Irma Cavazos, amiga de la familia, comentó que los fallecidos eran personas muy especiales, gente buena, bondadosa. Citó que la señora Lucy formaba parte de un grupo de ocho mujeres que se reunían en dicho templo y se denominaba “Las manas” (hermanas), que solían apoyar a personas enfermas y a los sacerdotes.
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Asimismo, se reunían para convivir y compartir en fechas especiales como Navidad.
Recordó que la señora Lucy le pidió hace como dos años que si podía ser madrina de confirmación “y fuimos mi esposo y yo con ella y su hijo y nos la pasamos muy bien, igual hemos compartido muchas épocas de Navidad en su casa, ella nos recibía con mucho cariño, tenemos puros buenos recuerdos”.
- ¿Sabían ustedes de estás vacaciones?
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- Sí, pero ella era muy discreta, nunca hacía mucho alarde de nada, cada año iban a algún lugar, el esposo (don Ismael Sifuentes) quería conocer las maravillas del mundo, entonces habían viajado a muchos lugares, quería conocer el Taj Mahal, era una de sus ilusiones, señaló.
“Pero él siempre pensaba en toda la familia, un hijo estaba en Rusia trabajando y se fue con ellos, la hija que estaba en México, que es médico, también se fue, él lo que pedía era la unidad de la familia; no tenemos más que cosas buenas de ellos, le pedimos mucho a Dios por ellos”, dijo la señora Irma, sin poder evitar las lágrimas, ante el trágico suceso.
Citó que doña Lucy formaba parte del grupo de ocho mujeres que se hacían llamar “Las manas”, por hermanas, porque tenían una relación muy cercana para convivir y realizar juntas obras de caridad.
afcl/cls