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Progreso.— Ante el posible arribo del huracán Beryl a la península de Yucatán, (se estima que sea para el próximo jueves por la tarde-noche), los pescadores regresaron al puerto de manera anticipada y suspendieron la captura del mero para no arriesgarse en altamar.
Además, habitantes de Mérida realizaron compras de pánico en las tiendas de autoservicio y comenzaron a proteger viviendas y comercios.
Eduardo Díaz León, pescador del puerto de Progreso desde hace 16 años, declaró a EL UNIVERSAL que regresaron antes (pensaba volver hasta el próximo domingo), debido a la alerta por el huracán: “Apenas pudimos traer 86 kilogramos, nos tocará de 4 mil pesos para aguantar hasta que pase el huracán”, relató.
El hombre de 37 años y padre de cuatro hijos señaló que ahora la preocupación de los pescadores, es qué hacer para tener dinero durante los días en que no podrán pescar: “Cuándo hay huracanes nos va remal, el capitán del barco nos adelanta dinero, pero cuando regresamos a las pesquerías ya estamos endeudados”, comentó
“La llegada de Beryl nos complica más, pero ni modo, salir en altamar con mal tiempo es peligroso, no se puede”, señaló.
Agregó que solo queda esperar que “todo sea leve.”
En este puerto también se espera que el miércoles regresen otros ribereños que salieron el pasado fin de semana.
Eduardo comentó que muchos de ellos amarraron sus barcos y guardaron sus alijos en el puerto de abrigo Yucalpetén ante las inclemencias del tiempo que seguramente vendrán con Beryl.
En Mérida, habitantes incrementaron su compra de agua embotellada, galletas, huevo, leche, veladoras, hielo y comida enlatada, por lo que algunos productos ya comienzan a escasear en supermercados y tiendas de conveniencia.
También comercios y viviendas colocaron cintas y maderas para proteger puertas y ventanas. Al respecto, Protección Civil de Yucatán pidió a la población estar al pendiente de la trayectoria de Beryl y de las zonas que podría afectar.