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Huehuetán.— Alrededor de 3 mil migrantes procedentes de Centroamérica, Cuba, Venezuela, Colombia y Haití tomaron este domingo un descanso en el parque de Huehuetán, en su segundo día de caminata hacia la Ciudad de México, sin que agentes de la Guardia Nacional (GN) y del Instituto Nacional de Migración (INM) intentaran detenerlos.
Cerca de las 8:00 horas, el contingente, integrado por hombres, mujeres embarazadas y niños, así como personas con discapacidad, salió del ejido Álvaro Obregón, ubicado a unos 14 kilómetros de Tapachula.
A unos 300 metros del lugar, tres combis del Instituto Nacional de Migración y dos unidades de la Guardia Nacional observaban el avance de la caravana, que partió de Tapachula el pasado sábado, donde permanecieron por varios meses en espera del resultado del trámite migratorio y la cita para la solicitud de asilo ante la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar).
“No caminen rápido para que las mujeres y niños no se queden atrás, ahí viene Migración y la Guardia Nacional deteniendo a los que se adelantan o se quedan al último, vamos despacio, por favor”, alertaba a través de un megáfono el activista Luis Rey Villagrán, que acompaña a la caravana junto con Irineo Mújica, de Pueblos Unidos Migrantes.
El objetivo de este grupo es llegar a la Ciudad de México y acudir a la Cámara de Diputados y la de Senadores para exigir una solución a la crisis migratoria que se registra en la frontera sur, y que se brinde certeza a los extranjeros que huyen de la violencia, pobreza, desastres naturales y abusos de derechos humanos.
Bajo los fuertes rayos del sol y temperaturas de 38 grados, caminaron hombres y mujeres cargando a sus hijos en brazos y espalda; otros se prepararon con carriolas, en las cuales transportaban hasta tres menores.
Otros niños lloraban porque se negaban a seguir caminando, mientras sus rostros estaban mojados por el sudor.
Los migrantes se quejan que el INM no les permite salir de la ciudad de Tapachula, a pesar de que muchos de ellos cuentan con documentos migratorios, como la tarjeta permanente y la resolución positiva por parte de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar).
Al medio día, en medio de gritos de júbilo, el contingente cruzó el segundo retén del Instituto Nacional de Migración, que se ubica en la entrada del poblado, mientras los agentes migratorios y de la Guardia Nacional se encerraban en la caseta de revisión.
Este domingo, el contingente caminó 14 kilómetros para llegar a este poblado, ubicado a 30 kilómetros de Tapachula, donde dormirán para continuar su viaje la mañana de hoy.