Chilpancingo.— “No hubo ánimo”, resume un ciudadano el desfile con el que arrancó la celebración del bicentenario de la Feria de San Mateo, Navidad y Año Nuevo.

El Paseo del Pendón está caracterizado por ser multitudinario. Es una costumbre que el domingo previo a la Navidad todo Chilpancingo se vuelque a las calles, que corra mezcal sin medida, que las danzas y las bandas de música de viento marquen el ritmo a la ciudad, que sea una fiesta sin tregua.

Este año no fue así. Las calles por donde pasó el recorrido lucieron casi vacías, la presencia de los pobladores y visitantes fue muy escasa; muchas sillas quedaron sin ocupar, algo que en otros años era impensable.

“Todos los años rento sillas para que vean el Pendón, siempre rento todas, pero este año apenas y se me rentaron la mitad”, dice un vecino de la calle Belisario Domínguez.

Esta vez, la música de viento luchó contra el sonido de las hélices del helicóptero de la Policía Estatal.

No hubo mezcal, no hubo cervezas, pero sí hubo fue exceso de policías y militares. Había soldados de la Guardia Nacional a cada 50 metros, todo con armas de alto poder, listos para accionar. Si se hubiera armado un contingente de policías y militares para participar en el Pendón, sin duda hubiera sido el más numeroso, ninguno otro se le hubiera comparado.

Uno de los organizadores del Paseo del Pendón lo confirma. Dice que los cinco barrios tradicionales —San Mateo, San Antonio, San Francisco, Tequicorral y Santa Cruz— tuvieron una participación muy reducida.

“Los barrios tradicionales siempre mandan de 15 a 20 danzas, esta vez mandaron unas siete”, señala.

Los municipios invitados también fueron pocos. El organizador explica que no llegaron los contingentes de Acapulco, Iguala, Taxco, Zihuatanejo, Quechultenango, Zitlala, y los que llegaron, afirma, lo hicieron con una o dos danzas.

“Ayer en la noche todavía no se tenía la certeza de qué municipios iban a participar, no había una lista establecida”, dice.

No hubo ánimo, como definió el ciudadano. No hubo venta de cervezas y alcohol, el ayuntamiento lo prohibió, así como la instalación de cantinas en la feria.

Sin embargo, el ánimo de la población lo fueron apachurrando poco a poco durante los últimos meses. La violencia y las irregularidades de las autoridades impidieron que el bicentenario de la fuera una gran celebración.

En Chilpancingo nadie olvida que la noche del 24 de diciembre de 2024 fue asesinado el presidente del Patronato de la Feria de San Mateo, Navidad y Año Nuevo, Martín Roberto Ramírez Ruiz, cuando se preparaban para encabezar una de las celebraciones más significativas: el Teopancalaquis.

Días de incertidumbre

En las últimas semanas todo fue incertidumbre, entre la violencia y la discusión entre el gobierno estatal y el municipal por la seguridad.

La mañana del 27 de noviembre la ciudad amaneció llena de lonas en las que una presunta organización criminal pidió a la población que no asistiera al Pendón ni a la feria y, si lo hacía, que se atendieran a las consecuencias.

También pidieron a los comerciantes que no instalaran sus puestos porque les pasaría lo mismo. Los presuntos criminales dijeron que el ayuntamiento sólo quería realizar la feria para “juntarle” dinero al grupo criminal Los Ardillos.

Después de eso se vino una desbandada, muchos de los integrantes del patronato se ausentaron, los barrios tradicionales cancelaron su participación en el Pendón, grupos de danza hicieron lo mismo.

Mientras la celebración se apagaba, el gobierno del estado y el ayuntamiento se enfrentaron por la responsabilidad de garantizar la seguridad de la feria. Discutieron durante días en redes sociales hasta que definieron que sí habría feria.

Sin embargo, la celebración del bicentenario tendrá una feria fragmentada, dividida. Una parte se realizará en el zócalo, otra en un terreno en el sur de la ciudad.

El recinto ferial está en obra negra. En abril de 2022 se puso la primera piedra para su remodelación.

La obra fue presupuestada inicialmente con 269 millones de pesos, los trabajos comenzaron en estos tres años y por lo menos en unas 10 ocasiones se han suspendido. En septiembre pasado las autoridades anunciaron un incremento presupuestal, 98 millones más, y prometieron que el 6 de diciembre estaría listo. Eso no ocurrió, la obra continúa inconclusa, tiene 80% de avance.

Lo que está listo es la plaza de toros, donde concluyó el Pendón con la pelea del Porrazo, donde cada barrio envía a su hombre jaguar a luchar. Este año ganó el de Santa Cruz, pero lo hizo ante una plaza media vacía.

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