Salamanca, Gto.- El obispo de la Diócesis de Irapuato, Enrique Díaz Díaz, exigió justicia por los ocho y adolescentes por un grupo armado la noche del 16 de marzo pasado en la comunidad San José de Mendoza, en una misa de cuerpo presente.

Frente a ocho con voz fuerte realizó el pase de lista de cada uno de los inocentes privados de la vida el domingo pasado por un comando en la cancha deportiva del poblado y pidió un “nunca más” para que no mueran más .

“¡Nunca más!”, respondieron decenas de feligreses congregados en una capilla improvisada en el salón Chalico de la comunidad San José de Mendoza, que a diferencia de la trágica noche, estaba envuelta por elementos de seguridad.

“Sí gritamos y exigimos justicia, sí decimos nunca más, sí decimos que cada persona tiene derecho a la vida y cada persona debe ser cuidada, protegida, en especial nuestros jóvenes”, enfatizó el religioso mientras en el exterior detonaban cohetones por el duelo.

El obispo invitó a las familias a guardar en el corazón a estas víctimas de la violencia. Sus seres queridos cargaban sus fotografías.

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Frente a ocho ataúdes blancos, el Obispo realizó el pase de lista de cada uno de los  jóvenes privados de la vida el domingo pasado por un comando en la cancha deportiva del poblado. (Foto: especial)
Frente a ocho ataúdes blancos, el Obispo realizó el pase de lista de cada uno de los jóvenes privados de la vida el domingo pasado por un comando en la cancha deportiva del poblado. (Foto: especial)

“Hoy pedimos justicia, hoy gritamos: Nunca más; hoy decimos: ¿por qué tiene que morir el inocente?”, agregó en la celebración eucarística.

Resaltó que cada persona tiene derecho a la vida, cada persona debe ser cuidada, protegida, en especial nuestros jóvenes y no podemos nunca resignarnos a la injusticia. "No podemos nunca acostumbrarnos a la violencia, porque la violencia nunca es solución a los problemas, porque la guerra siempre trae dolor y muerte”.

En un mensaje de consuelo para los deudos, comentó que han recibido muchos mensajes de todas las diócesis de México que piden por cada uno de los familiares de los jóvenes asesinados, “que les dicen que están con ustedes; que aseguran que un crimen tan horrendo no puede quedar en el anonimato”.

Díaz Díaz hizo un llamado a  seguir luchando y trabajando para vivir en la paz; asimismo, llamó a pedir también por todos aquellos que se dedican a hacer el mal, "hay tantos jóvenes, niños que han caído en estas redes y que les hacemos un llamado a la comprensión; y que les invitamos a cambiar de vida".

Después de la misa, se dio el último adiós a los fallecidos envueltos en globos blancos y azules, arreglos florales, y entre porras y aplausos.

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cr

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