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A diferencia de las demás personas desalojadas del predio ubicado en República de Cuba 11, colonia Centro, Cecilia y Xóchitl Pérez duermen afuera del inmueble, pues en el hotel que el Gobierno de la Ciudad de México habilitó mientras se resuelve su situación no aceptan a Honey, Estrellita y Benito, sus tres perritos.
Dicen que no es opción irse sin sus mascotas, pues señalan que dejan de comer si no están con ellas, además de que el desalojo los estresó.
"No los aceptan, entonces nada más es habitable para los personas y ellos se han quedado aquí conmigo en la calle porque si no me los aceptan, yo tampoco voy, porque ellos han estado conmigo en las buenas y en las malas", señala Cecilia.
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Tras el desalojo de 19 familias de este edificio ubicado en la alcaldía Cuauhtémoc, el Gobierno de la Ciudad de México habilitó un hotel para que estas personas se queden mientras se resuelve su situación.
Pero Cecilia asegura que no aceptaron a Honey, Estrellita y Benito, por lo que improvisó una cama en la calle de República de Cuba 11, para ella y sus perritos.
"Improvisamos una cama y ellos se quedan aquí conmigo porque ellos sí no tienen dónde quedarse", explica.
La mujer refiere que los primeros dos días prestó a sus mascotas mientras ella se quedaba en el hotel, sin embargo, dice que no comían, estaban tristes y muy estresados, por lo que decidió volver a tenerlos "aunque pues eso implique que me quede pues en la calle, ¿no? No me importa, la verdad".
Aunque señala que ha sido un poco complicado porque son de una raza muy delicada y por el clima y la seguridad "sí estamos muy preocupadas todo el tiempo, hay que estar atentos porque se pueden ir, obviamente pues no hay seguridad aquí".

Relata que vivieron el estrés del desalojo del pasado 27 de agosto, por lo que los tuvo que replegar a una jardinera junto a su hija para que no vieran la situación.
"Son nuestros niños y, uno como sea puede pasar frío, nos puede ir mal, pero ellos por favor no me pidan eso. Si se me mueren no quiero ni pensarlo", indicó.
Honey, Estrellita y Benito conviven en la parte donde están Cecilia y Xóchitl, su hermana, y de vez en cuando también van a jugar con los demás vecinos desalojados, quienes la mayoría se encuentran haciendo guardia para que los supuestos dueños del inmueble no irrumpan los candados.
Ahora la nueva casa de estos perritos es en la calle, con camas adaptadas para ellos, así como cajas donde se meten y juegan.

aov