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Monterrey, NL.- Mujeres que tienen en sus familias alguna persona desaparecida en Nuevo León, realizaron la tradicional Visita a los Siete Templos, que llevan a cabo este día de cada año los fieles católicos; pero ellas lo hicieron en un acto de fe y búsqueda de justicia por sus seres queridos, como lo vienen haciendo desde 2011.
Juana Catalina Estala Lozano, expresó en representación de la Agrupación de Mujeres Organizadas por los Ejecutados, Secuestrados y Desaparecidos de Nuevo León y Tamaulipas (Amores), señaló que este día “al igual que nuestro Señor Jesucristo, en su Viacrucis, reflejamos nuestro camino, pues así nos trajeron a nosotros, de una dependencia de gobierno a otra cuando desaparecieron a nuestros seres queridos y hasta la fecha no encontramos verdad ni justicia”.
Agregó que este año, al igual que todos los anteriores “pedimos por las personas que amamos y seguimos buscando”. En ese sentido, dijo, “pedimos protección, fortaleza y salud para seguir adelante en nuestra búsqueda, manteniendo la esperanza viva de encontrar a nuestros desaparecidos”.
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La dirigente de Amores expresó que este día también le recuerdan a la sociedad nuevoleonesa que las desapariciones continúan y le exigen a las autoridades que sus respuestas sean más efectivas.
“Es inaceptable que en Nuevo León no se puedan emitir alertas en los celulares de toda la población cuando una persona es desaparecida, a pesar de que el gobernador (Samuel García), haya firmado el decreto 314, que lo permite”, pues ha pasado más de un año y aún no se han establecido convenios con las compañías de telefonía para activar esta medida urgente.
Comentó que esta activación es vital para no perder la línea de investigación desde los primeros momentos críticos de la desaparición, pues en estos casos cada segundo cuenta.
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Señaló que es urgente hacer todo lo posible para evitar la desaparición, y encontrar a las personas desaparecidas, además de atender todas las secuelas que esta práctica deja en las familias víctimas de este delito.
La señora Estala, busca a su hijo José Luis Sánchez Estala, desaparecido el dos de octubre de 2012, en Reynosa, Tamaulipas junto con siete personas más.
A su vez Virginia Buenrostro, quien busca a tres familiares desaparecidos en Cadereyta el 15 de noviembre de 2010, estimó que este año sería desde entonces el más crítico en cuanto a desapariciones para Nuevo León, y el acumulado ya rebasaría las siete mil personas.
aocf/cr