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Con una disculpa pública y el pago de 50 mil pesos de multa, fueron liberados dos jóvenes detenidos durante la manifestación del 8 de marzo en la ciudad de Pachuca, acusados de lesiones, ultrajes a la autoridad y sedición.
El día de la protesta, elementos de seguridad detuvieron a C. M. H. y M. J. L., señalándolos de rociar gasolina a una mujer policía con la intención de quemarla. Sin embargo, familiares y amigos difundieron un video en el que se observa a los acusados dentro de una barbería, por lo que acusaron de inculparlos indebidamente.
A pesar de esta evidencia, las autoridades mantuvieron la acusación y los vincularon a proceso. Con base en los datos de prueba presentados por el Ministerio Público, el juez determinó que existían elementos suficientes para la vinculación, por lo que ambos permanecieron bajo prisión preventiva.
La defensa solicitó una audiencia para plantear la suspensión condicional del proceso, misma que se llevó a cabo en los juzgados penales del Distrito Judicial de Pachuca.
Tras analizar la solicitud, el juez concedió la suspensión por un periodo de 24 meses, además de ordenar el pago de 50 mil pesos como reparación del daño a favor de las víctimas y la emisión de una disculpa pública dirigida a la población.
Durante la audiencia, los imputados ofrecieron dicha disculpa ante representantes de las autoridades judicial y ministerial.
Organizaciones de activistas y defensores de derechos humanos calificaron las detenciones como una persecución, lo que generó manifestaciones de apoyo por parte de familiares y amigos de los acusados.
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