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Cancún.- Por primera vez en su historia, el sector hotelero de Cancún está dispuesto a solicitar al gobierno municipal y al gobierno de Quintana Roo que se declare una moratoria a la construcción de más cuartos hoteleros y condominales, hasta la renovación de la antigua y rebasada infraestructura de servicios de la zona turística, ya sobredensificada.
El presidente de la Asociación de Hoteles de Cancún, Puerto Morelos e Isla Mujeres, Jesús Almaguer Salazar, declaró que harán la solicitud para suspender la autorización para la edificación de más proyectos de hospedaje y condominios a la presidenta municipal de Benito Juárez, Ana Patricia Peralta, y a la gobernadora “Mara” Lezama.
“Ya es un consenso en la Asociación de Hoteles y en el Consejo (Hotelero del Caribe Mexicano), en zona hotelera (de Cancún) yo creo que hay que poner ya una moratoria al desarrollo hasta que no tengamos la infraestructura adecuada, porque el Puente (Nichupté) va a resolver vialidad, mas no suministro de servicios públicos: agua, electricidad, drenaje, no lo va a resolver.
“Eso lo vamos a solicitar… el Fideicomiso de la Zona Hotelera va a ser una herramienta importante de control, de normativa para regir la zona turística en cuanto a imagen urbana, playas, infraestructura, servicios, seguridad”, expresó, al señalar que en el organismo hotelero hay consenso, pero se desconoce la postura de los inmobiliarios.
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Propuesta original se rechazó
La postura rompe con las resistencias de la hotelería que se negó a respaldar la propuesta impulsada, originalmente, entre 2007 y 2008, por la consultora especializada en turismo, Marisol Vanegas, quien durante el sexenio del entonces gobernador Carlos Joaquín González (2016–2022) encabezó la Secretaría Estatal de Turismo (Sedetur) y es actual rectora de la Universidad del Caribe (Unicaribe).
Vanegas Pérez sugería que, en tanto se realizaran estudios de capacidad de carga, para evaluar los impactos ambientales y urbanos de la zona turística, derivados de la sobre densificación de cuartos de hotel y condominios, debía declararse una moratoria temporal, como se hizo en la Reserva de la Biósfera de Sian Ka’an, lo cual le valió duras críticas de la hotelería y del sector inmobiliario.
La especialista puso el tema en la mesa nuevamente entre 2008 y 2011, cuando se discutía que Cancún había rebasado ya, por mucho, el tope de 30 mil 990 cuartos hoteleros permitidos legalmente conforme a la versión 2005 –entonces vigente– del Programa de Desarrollo Urbano (PDU) y del Programa de Ordenamiento Ecológico Local (Poel).
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Para 2011 se contabilizaban más de 40 mil habitaciones, entre las que operaban, las que estaban edificándose y las autorizadas sin construir aún. Hasta abril del 2024 se contabilizaban 45 mil 575 cuartos de hotel, en 218 centros de hospedaje.
“Yo creo que por el bien de todos es importante mantener la zona hotelera tal cual y, además, modernizar la infraestructura de servicios públicos”, afirmó ahora Almaguer Salazar, quien subrayó que decretar la moratoria es una “opinión, un exhorto, una petición”, que se hará antes de que culmine el 2024.
Conanp y Fonatur retomaron propuesta
En febrero de 2020, la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), ante el asomo de polémicos proyectos hoteleros que obtuvieron autorizaciones para desarrollarse en Cancún, a través de cambios de uso de suelo irregular o sin permisos, retomó la propuesta de decretar una moratoria temporal en la zona hotelera.
La sugerencia fue respaldada por el entonces director del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), Rogelio Jiménez Pons, quien incluso solicitó se revirtieran varias de las autorizaciones de impacto ambiental y licencias de construcción a proyectos hoteleros como Grand Island y el hotel Riu Riviera Cancún, el primero, operando y el segundo, cancelado.
Para marzo de ese mismo año, un día después de que el gobierno del estado declarase el cierre de actividades y el confinamiento total, por la pandemia por Coronavirus COVID-19, el entonces director de la Asociación Mexicana de Agencias de Viajes (AMAV), Sergio González Rubiera, señaló la urgencia de frenar la construcción de más habitaciones hoteleras, pero su iniciativa se perdió ante la contingencia.
¿Hasta dónde es sano seguir construyendo?
En septiembre del 2023, el empresario, ahora dirigente de la Asociación Mexicana de Agencias de Turismo Receptivo (AMATUR), volvió a poner el tema en la mesa, a propósito del ejemplo de las Islas Baleares, que tomó medidas drásticas en materia urbana.
Entrevistado por separado, González Rubiera celebró la nueva postura de la Asociación de Hoteles. “Yo coincido totalmente con el señor Almaguer. Me sorprende, pero al mismo tiempo me alegra su declaración”, dijo.
Aclaró que no se trata de estar en contra del desarrollo, sino de formularse una pregunta concreta: “¿Hasta dónde es sano seguir construyendo hoteles y condominios sin poner en riesgo la sostenibilidad del destino turístico y el futuro de las próximas generaciones?
“Hoy, por ejemplo, es un hecho que la zona hotelera está totalmente rebasada, que ya no hay plantas de tratamiento. Tenemos un problema muy serio del que nadie habla y es la ausencia de drenaje en prácticamente todo el estado. En las colonias más apartadas la gente tiene fosas sépticas y todos los desechos se van por el manto freático y están llegando al mar”, expresó.
afcl/mcc