Jalapa de Marqués.— En El Aguaje brota agua caliente, las familias se apuran a lavar sus atuendos, a bañarse mientras los pequeños juegan y los adultos conversan de su vida cotidiana. Otros acarrean el líquido en cubetas sobre sus hombros y en mototaxis porque el agua potable no les llega, aunque viven a un lado de la segunda presa más grande de Oaxaca.
“La verdad, sin este manantial quién sabe qué hiciera la gente porque no llega el agua. No imagino cómo viviríamos o qué hiciéramos para bañarnos, muchos venimos a lavar, no sólo de esta colonia, si no de varias, y también de fuera, es una maravilla. Es una bendición de Dios porque siempre hay agua”, dice Asalia Hernández, vecina de la comunidad de Santa María Jalapa de Marqués, ubicada en el Istmo de Tehuantepec, en el sureste del estado.
El Aguaje es un espacio comunitario con yacimiento de aguas termales, curativo para las familias, pero también un refugio para la mayoría ante la falta de agua potable en Jalapa de Marqués, donde está construida una de las presas con mayor volumen en Oaxaca.
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Bajo un techado, árboles de mezquite y espinos, bajo una temperatura de más de 35 grados, Asalia Hernández, junto a su esposo, talla su ropa sobre una piedra, en tanto que su hijo plática con otros niños. Todos están mojados, de vez en cuando con una jícara se echan agua caliente que brota del subsuelo.
“Este espacio simboliza mucho. Acá lavamos, convivimos, además, es un punto de reunión para todos los vecinos. Cualquier cosa es un punto de referencia, acá uno se entera de muchas cosas, como vecinos lo cuidamos y tratamos de mantenerlo limpio y acondicionado. Poco a poco se van haciendo cosas para las familias sin un peso de cobro”, agrega Daisy, otra de las vecinas del lugar.
Afuera del techado, los tendederos están llenos de ropa de varias personas. Aunque hay unos lavaderos en el lugar, las personas prefieren lavar en el suelo, sobre piedras ubicadas a un lado de las galeras donde brota el agua caliente. Ahí, mientras lavan, platican sobre su día a día, otros comparten sus alimentos. Las familias llevan toda su vida en este espacio, y quienes van llegando a la colonia o a Jalapa de Marqués se apropian de esta práctica y del espacio.
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Cuando terminan unos, llegan otros, sin dejar el espacio solo. Daisy vive en el barrio Aguascalientes —donde está El Aguaje— y cuenta que las personas empiezan a llegar a eso de las 4:00 de la mañana y terminan hasta la medianoche, dependiendo de los horarios y quehaceres de cada una de ellas.
Rechazo al turismo
Los vecinos y las familias que hacen uso de este espacio comunitario señalan que hubo un intento de privatizar El Aguaje por parte de las autoridades. Hace unos meses, dos personas visitaron el lugar y hablaron de realizar un proyecto turístico.
“En el manantial llegaron a decirnos que traían un proyecto turístico, que venían de parte de la presidencia municipal. Aunque la presidenta mantiene la postura de que no hay proyectos en puerta, entonces quién envió a estas dos personas”, preguntan.
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En este 2025, trabajadores de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) fueron a quitarles el medidor que abastece electricidad en las noches. Argumentaron que eran órdenes de la presidencia municipal porque era luz pública y las autoridades no se harían cargo de ella. Sin embargo, el comité del agua es el que puntualmente se hace cargo de los pagos, incluso meses antes de que finalizara el anterior gobierno.
El Aguaje cuenta con su propia electricidad debido a que las familias no tienen horario para ir a lavar, a veces empiezan a llegar cuando ya es de noche o de madrugada.
“Cuando fue el problema del medidor, nos dijeron que era luz pública y que había una lista de 25 apagadores públicos en la lista de la CFE, pues si es público, pero nosotros pagamos puntualmente desde antes de que saliera el otro gobierno”, añaden.

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Desde entonces, los vecinos se han organizado para ayudar en los pagos y en las necesidades que se van generando en este espacio comunitario. Incluso, los vecinos tomaron la presidencia municipal para aclarar su autonomía en los pagos del servicio de luz.
El pago de la luz se ha sostenido con las cooperaciones de los mismos vecinos. Así como han hecho con otras obras para mantener este espacio de la manera más digna posible. Para tener un poco de sombra debido a las altas temperaturas, han construido el techo, las pilas de agua, el piso y los barandales. Otro vecino les donó unos lavaderos para que las personas pudieran lavar de pie, porque la mayoría lo hace sentadas sobre las piedras.
“Este espacio no será turístico y vamos a estar al pendiente de que nunca lo sea, porque es el único espacio con suficiente agua. Está la presa, pero ni nos llega agua de esa o está muy sucia”, advierten.
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Las familias de Jalapa de Marqués, llamada Yudxi, que significa en zapoteco río de arena, han atravesado otros despojos. Cuando se construyó la presa Benito Juárez—también llamada presa El Marqués—, las familias fueron desplazadas para esta construcción.
De acuerdo con el investigador zapoteca Vásquez Castillejos, en el marco de la privatización del sector eléctrico por parte del gobierno federal se propone la ampliación hidroeléctrica de la presa Benito Juárez, a la cual la población se opone firmemente desde hace varios años.
Agua potable, bandera política
En un recorrido, EL UNIVERSAL observó a un vecino de la colonia acarrear agua en dos cubetas, sostenidas de un madero que llevaba en sus hombros, pese al calor extremo a más de 35 grados. Para ese día, la comunidad llevaba 20 días sin agua potable. Antes de esta fecha, no les abastecieron durante dos meses, aunque todos los pobladores pagan por el servicio de agua.
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“Y no se sabe cuándo nuevamente nos enviarán, luego nos dicen que se descompuso la bomba o que se descompuso alguna tubería, siempre hay una excusa. Imagínese cómo le haríamos si no nos mandan el agua, sufrimos mucho del agua aquí y esta agua del manantial nos ha ayudado”, comenta el hombre.
“La gente viene [de] todos lados, traen costales de ropa a lavar, están todo el día aquí lavando”, agrega otra de las vecinas que se apura a lavar y a bañarse con sus dos hijos.
La autoridad es de Morena y fue electa para el periodo 2025-2027 y, al igual que los anteriores gobiernos, ha prometido el abastecimiento de agua potable para todas las familias.
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“Cada campaña, todos los partidos políticos ocupan el agua potable como escudo para ganar votos, todos los partidos, pero ninguno ha hecho trabajo para mejorar el servicio del agua potable y lo único que tenemos [es] El Aguaje”.
A mediados de agosto de 2025, pobladores de varias colonias y barrios bloquearon la carretera Panamericana 190 para exigir la reconexión del servicio de agua potable. En años anteriores, también han exigido el cumplimiento al derecho al acceso a este recurso.
