Durante la remodelación del se detectaron graves irregularidades y un daño patrimonial de 160 millones de pesos detectado en el 2024, el último año del gobierno del morenista Cuitláhuac García Jiménez.

El Órgano de Fiscalización Superior encontró pagos en exceso por volúmenes no ejecutados, deficiencias técnicas constructivas y costos elevados en la obra emblema del cuitlahuismo.

Cabe recordar que durante su inauguración, varios exfuncionarios estatales presumieron la obra, pero el estadio, desde ese momento, recibió duras críticas de los ciudadanos por fallas en su construcción, mini butacas y espacios, además de que en ciertas zonas de las gradas no se alcanza a ver la cancha en su totalidad.

Durante las autorías practicadas al Instituto de Espacios Educativos del Estado de Veracruz, encargado de hacer la mega obra, se detectaron hasta barandales oxidados e inestables y estatuas sin reparación.

Al hacer una visita a la obra, se encontró una deficiente operación de la misma, con problemas de isóptica (curva que asegura una buena visibilidad del escenario) en las áreas de gradas en un total de 664 butacas, debido a la ubicación y diseño de las 4 torres de palcos.

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Deficiencias técnicas constructivas, con desprendimiento del césped en el área de la cancha de fútbol, además de la falta de éste en algunas zonas en donde se aprecia la capa de arena sílica que sirvió de base para su colocación.

Se observó una separación entre las torres con los cuerpos (edificio A, B, C y D) que componen la estructura del estadio, lo cual provoca que el área de plateas se encuentre expuesta a objetos y a que con el agua de lluvia se inunde esa zona.

En el exterior de las cuatro torres encontraron tuberías de PVC para el drenaje pluvial, cuyo material no era el adecuado para utilizarse en exteriores ante las condiciones adversas del clima comprometiendo su durabilidad y a actos de vandalismo de los usuarios por su cercanía a las gradas.

Las escaleras en el área de gradas no contaban con la continuidad de la misma hacia los accesos y alturas diferentes de peralte entre los escalones.

Hubo irregularidades en los acabados de las losas de gradas y en los muros de concreto de las torres y la fosa de seguridad en el subterráneo no contaba con la pendiente adecuada para evitar el encharcamiento de agua de lluvia.

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Se encontró que no había un acceso para dar mantenimiento a las pantallas instaladas y el espacio entre las filas de las butacas en las gradas era reducido; marcos y tapas de fierro fundido de los registros eléctricos oxidados.

Deficiencias técnicas en la obra, como rupturas en las bolsas que cubren los tensores entre columnas, además oxidación en los barandales de acero inoxidable en las gradas, en escalones de gradas y en las torres, además se encontraban inestables por lo que no garantizaban la seguridad necesaria al espectador.

Los módulos comerciales a base de contenedores presentaban filtraciones en la techumbre y carecían con las instalaciones sanitarias ni tinaco como lo indica la descripción de dichos trabajos.

Así mismo, en el área del estacionamiento existían fracturas en el pavimento de concreto a la zona comercial, además de que se observaron piezas rotas de topes para los cajones vehiculares.

La estructura de bronce “Luis Pirata Fuente” contaba con cardenillo (pátina verdosa) por la falta de restauración, y en el edificio Mantarraya no se contaba con un acceso a la planta de azotea en los dos edificios para poder dar el mantenimiento a los equipos de agua potable, energía eléctrica y aire acondicionado, ni cuenta con accesos para personas con capacidades diferentes.

Otras irregularidades documentales incluyeron la falta de la bitácora de obra, el Acta de Entrega-Recepción del contratista ni los planos actualizados de obra terminada; la memoria descriptiva carecía con la firma del responsable de su elaboración.

Los especialistas detectaron que las estimaciones de obra no contaban con carátulas ni con las pruebas de laboratorio de compresión y flexión para el concreto, prueba de corrosión del acero de refuerzo, pruebas de ultrasonido, radiografías y ensaye de líquidos penetrantes.

Las estimaciones de obra no contaron con las carátulas de estimación, y el convenio modificatorio en monto y plazo no contó con el soporte completo de las autorizaciones de los precios extraordinarios y no se integraron las notificaciones del contratista sobre la necesidad de ejecutar cantidades adicionales o conceptos no previstos en el catálogo original del contrato.

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afcl/LL

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