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San Cristóbal de las Casas.— Sin ayuda de ninguna institución, enfermos, sin alimentos y olvidados, así permanecen cientos de hombres, mujeres y niños de poblados ubicados al oriente de la cabecera municipal de Chicomuselo, que dejaron sus hogares, por las amenazas de un grupo criminal hace más de una semana.
Los desplazados que dejaron sus hogares en Monte Sinaí, San Antonio El Ocotal, Cuatro Caminos y Galicia, en el municipio de Chicomuselo, viven en casas de conocidos y en los domos de comunidades de Siltepec y Honduras de la Sierra.
“Nos sacaron con balas en el ejido Galicia”, un poblado de 520 habitantes, unas 105 familias, por lo que huyeron la semana pasada con lo único que tenían puesto.
Una mujer explicó que después de que salieron, hombres armados entraron a sus hogares, para robarse los vehículos, refrigeradores y estufas que dejaron, así como aves de corral, patos, cerdos, borregos, asnos, caballos y vacas.
“Apenas pudimos salir. Venimos caminando en puras veredas. Ya se llevaron todas nuestras cosas que teníamos. Todo lo que había se lo llevaron”.
La mujer comentó que no tienen los medios necesarios para poder sobrevivir, por lo que su manutención depende de la ayuda de los habitantes de la comunidad en la que se refugiaron.
En Galicia, dijo, “vivían solo para pasar la vida”, no en casas modernas, sino hechas con materiales de la región y lámina, pero después de la incursión del grupo armado, “hemos quedado derrotados”. ¿Ahora qué podemos hacer nosotros?, ¿Qué vamos a hacer porque nos quedamos sin nada y con las manos cruzadas?”.
El grupo criminal que ingresó disparando sus armas de fuego a Galicia está identificado como El Maíz, una fracción del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), que tiene su centro de operaciones en la cabecera municipal de Frontera Comalapa y que se ha extendido hacia Chicomuselo y Bella Vista.
“Nosotros somos pobres”, agrega la mujer que lamenta que varios de sus conocidos hayan perdido la vida durante la incursión del grupo armado y critica el abandono de las autoridades locales. Nos quedamos sin nada. No tenemos qué más que hacer”, expresó.