Más Información
La mañana de ayer, lunes 13 de noviembre, se dio la noticia de que le Magistrade, Ociel Baena, había muerto en su casa de Aguascalientes junto quien era su pareja sentimental. Horas después, la opinión pública comenzó a discutir sobre un término particular: “crimen pasional”.
Esto inició cuando el fiscal del estado, Jesús Figueroa Ortega, a pocas horas del anuncio de la muerte, en un mensaje a medios detalló que no había indicios de una tercera persona en el lugar del crimen, es decir, que entre ellos se habrían quitado la vida.
Lee también Magistrade Ociel Baena: “accidente o asesinato”, esto es lo que sabemos de su muerte
Esto se interpretó en la opinión pública como un “crimen pasional”.
¿Qué es un crimen pasional?
De acuerdo con distintas escuelas de criminología, el término crimen pasional surgió en Francia a mediados del siglo XIX y más que un término legal era una expresión popular –crime passionnel– que implicaba un acto de violencia extrema entre dos personas vinculadas en una relación íntima y causado por una repentina alteración de la conciencia provocada por sentimientos como los celos, la ira o el desengaño. Mismo término que aparece en el Diccionario panhispánico del español jurídico.
En México, la noción del crimen pasional se popularizó a finales del porfiriato a través de la prensa y tomó fuerza a raíz de la influencia de las teorías de la Escuela de Antropología Criminal, de acuerdo con un artículo publicado por la UNAM en el posgrado de Historia y Etnohistoria, en la ENAH, llamado “Entre la emoción y el honor: Crimen pasional, género y justicia en la Ciudad de México, 1928-1971”.
Expertos y activistas han arremetido contra este término pues consideran que revictimiza a quienes han sido asesinadas, además de que exculpa los homicidas.
¿Cómo murió le magistrade Ociel Baena?
De acuerdo con las autoridades de Aguascalientes pudo haber iniciado una discusión en una de las recamaras de la planta alta donde se encontró una mancha hemática considerable en la cama y posteriormente en donde había prendas.
Ociel Baena presentaba 20 heridas producidas por navaja de afeitar, una de ellas en la yugular, que fue la que le provocó la muerte.
Su pareja tenía heridas en los dedos con los que presuntamente sujetaba las armas homicidas y una más en la parte frontal de su cuello que presuntamente él mismo se provocó.