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Ciudad Juárez.— Lo que comenzó con un pequeño vestido para una mascota familiar, con el tiempo se convirtió en uno de los negocios más nobles de este municipio en Chihuahua.
Se trata de Brandy’s Moda para mascotas, un negocio local que fue creado por Gabriela Socorro Rojas, de 55 años, y su hija.
En este lugar se confecciona la ropa para los perritos de diversos tamaños y razas; todo se hace en un taller que se habilitó en lo que era la sala y el comedor de la casa de Gabriela, en donde ahora trabajan tres personas más creando los diseños que los clientes piden.
“Mi hija fue la que inició haciéndole un vestido para su perrita, ella comenzó hace 13 o 14 años, lo hizo a mano y de ahí le comenzaron a pedir y fuimos poco a poco creciendo. Ahorita conmigo trabajan tres personas más, me ayudan en ventas, a coser y en todo”, dice Gabriela en entrevista con EL UNIVERSAL.
La idea nació porque la hija de Gabriela rescató a la perrita Brandy’s, que llegó a la familia con un nivel de maltrato animal grave, por lo cual comenzaron a ayudarla hasta lograr que se recuperara.
Fue para la perrita que la hija de Gabriela creó el primer traje, para de ahí empezar a confeccionar más piezas para mascotas entre madre e hija. “Fue algo mágico, había quienes venían con niños y venían a comprar trajecitos a los perritos, pero también querían venir a ver a Brandy’s, entonces fue que empezó ahí, con una perrita rescatada como se inició el negocio”, menciona la mujer de 55 años de edad.
Gabriela era ama de casa antes de dedicarse a confeccionar ropa; sin embargo, durante un tiempo tomó un curso de costura y de ahí aprendió a hacer algunas prendas y poco a poco ha perfeccionado su técnica para realizar las piezas para los perros.
“Vendí la sala y el comedor de mi casa y dije: ‘¡Ni modo! Ahora parece una bodega mi casa, pero estoy muy contenta’. Con amor yo digo que hago las cosas, yo no me imaginaba que llegaría a esto, que vinieran a pedirme la ropita aquí, que anduviera yo buscando telas y todo eso, nunca me lo hubiera imaginado. Todo comenzó con la creatividad de mi hija”, explica.
La perrita por la que se inició el negocio ya falleció; no obstante, el legado que le dejó a la familia de Gabriela no sólo es de crear ropa, sino también en la ayuda a aquellas mascotas que no tienen hogar, en la esterilización y hasta ayudar a grupos de rescatistas en Ciudad Juárez.
Hay diseños para todos los tamaños
Los diseños que en Brandy’s se realizan son para perros pequeños o grandes, y van desde una simple camisa, hasta disfraces o piezas personalizadas con el diseño solicitado por los dueños.
“En la pandemia me trajeron muchos perritos gorditos, este año fue impresionante lo que pidieron para perros grandes. Eso es lo que les gusta, que hacemos para todos los tamaños, nosotros tratamos de que los perritos anden cómodos”, refiere.
Para poder confeccionar la ropa, Gabriela recibe fotografías con los modelos que desean sus clientes y en algunos casos una prenda llega a costar desde 100 pesos, 160 o 200 cuando es muy elaborada; sin embargo, el costo llega a variar con base en las posibilidades, necesidades y hasta la tela que se requiere, ya que incluso dan descuentos a quienes tienen varias mascotas y buscan alguna prenda.
“La gente nos manda fotos de la mascota con la ropita, y es una gran satisfacción para nosotros que a la gente le guste la ropita. Nos gusta mucho tratar con la gente y nos gustan mucho los perros. Cuando los llevan y les queda bien, nos da mucho gusto”, comenta.
Debido a la calidad y el amor con el que confeccionan sus prendas, existen clientes que llegan a llevar ropa de sus perros que fueron creadas por ella, hace cinco o seis años, para que estas sean restauradas por el equipo de Brandy’s.
“Para nosotros es muy satisfactorio, nos sentimos muy a gusto, hay clientes que les gusta el hecho de que nosotros hagamos los diseños, los hacemos con base en el ancho de los perritos, porque dicen que no encuentran en otras partes de la talla de sus perros”, destaca.
Para cada prenda, Gabriela recibe en ocasiones una imagen del perro en donde ve el tamaño y el peso, en otra toma medidas de las mascotas para realizar la pieza acorde a la talla específica.
En ocasiones llega a tardar una semana en confeccionar el traje y en otros hasta de un día para otro.
Actualmente, además del taller en su casa, instala su negocio en la vía pública, cerca de un supermercado, hasta donde llegan los clientes a comprar sus prendas y en otras a buscarla para solicitarle un diseño.