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Autoridades de Guadalajara y del gobierno de Jalisco retiraron durante la noche con marros y esmeriles el “antimonumento” colocado la tarde de este lunes por diversos colectivos en la plancha de la Plaza de Armas, frente a Palacio de Gobierno, para conmemorar los tres años del llamado “halconazo tapatío”, cuando decenas de personas que protestaban por el asesinato de Giovanni López cometido por policías de Ixtlahuacán de los Membrillos, fueron víctimas de desaparición forzada por parte de elementos de la Fiscalía de Jalisco.
Integrantes de varios colectivos se congregaron la tarde del lunes para colocar el tótem de metal y más de 300 kilos de peso para recordar que a tres años de los hechos continúa la impunidad.
En aquella ocasión el gobernador Enrique Alfaro aseguró que los elementos de la Fiscalía que participaron en la desaparición forzada de las personas que se estaban manifestando actuaron por su cuenta, además reconoció que la dependencia estaba infiltrada por el crimen organizado.
En una entrevista otorgada a EL UNIVERSAL en noviembre de 2022, el mandatario aceptó que aún no se ha logrado depurar a la Fiscalía: “son procesos largos y complejos, hemos avanzado de manera muy importante, pero sería ingenuo pensar que hemos logrado depurar todas las corporaciones al 100%; seguramente hay todavía malos elementos, pero las detenciones que hemos hecho en policías municipales, en las propias corporaciones del Estado creo que han mandado el mensaje correcto de que aquellos elementos que no entiendan su función y que negocien con criminales, pues van a tener que afrontar las consecuencias de sus actos”.
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Cerca de la media noche de este lunes las autoridades ordenaron apagar por completo las luces de la Plaza de Armas y los espacios públicos aledaños para que durante unos 15 minutos un grupo de por lo menos cinco personas vestidas de negro rompiera con mazos y esmeriles los tornillos que sujetaban el tótem al piso y lo subieran a una camioneta para llevárselo.
Aunque algunos testigos reportaron en hecho al número de emergencia 911, ninguna patrulla de la Policía de Guadalajara o de la Policía Estatal acudieron al sitio; tampoco los guardias estatales que resguardan Palacio de Gobierno se acercaron a ver lo que ocurría.
Esta mañana el alcalde Pablo Lemus señaló que el retiro del monumento se debió a que se transgredieron las normas del INAH para el centro tapatío.
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