Jiutepec.— A las 14:00 horas del martes 29 de julio los motores de se apagaron. Todos los , fueron convocados a una reunión en la explanada de la empresa.

“Llévense todas sus pertenencias porque no podrán regresar”, les dijeron. Varios pensaron que la empresa presentaría al nuevo director, porque tres meses antes habían organizado la despedida a David Aldana, último director en funciones. Otros creyeron que se presentaría un nuevo modelo de producción.

A las 16:30 comenzó la videollamada de los directivos de Nissan y el anuncio sobre el cierre de la planta en marzo de 2026 cayó como balde de agua fría a los trabajadores.

Lee también

Esa mañana representantes del sindicato habían asistido a una reunión con gente del gobierno de Morelos; les aseguraron la permanencia de la ensambladora. Incluso, se enteraron de que Nissan pretendía trasladar la producción de Argentina a la planta de Morelos, en la Ciudad Industrial del Valle de Cuernavaca (Civac). Y ese fue el mensaje que transmitieron a sus compañeros.

Por la tarde, el júbilo que se vivía en la planta se convirtió en confusión, desánimo y tristeza.

Obreros que hablaron bajo condición del anonimato cuentan que de pronto la asamblea se sumió en el silencio, “como si estuviéramos en shock... pensamos de todo, menos en el cierre”.

En la explanada aumentó la incertidumbre porque los directores y supervisores estaban callados, tampoco sabían nada, contaron los trabajadores. Además, les dijeron que el miércoles habría paro técnico y regresarían a laborar el jueves.

Lee también

La junta terminó alrededor de las 17:15 horas y después uno de los directores emitió un último mensaje a los trabajadores: “Diríjanse a las salidas, nadie puede regresar. Váyanse a sus casas, ahí les van a avisar”.

La mayoría de los obreros caminaron en silencio y por eso escucharon claramente el lamento de uno de sus compañeros: “Ya valió madres”.

Un ambiente de preocupación

Personal sindicalizado y administrativo estima que la planta dejará sin trabajo a más de 7 mil trabajadores entre sindicalizados, eventuales, empleados administrativos e inspectores. Sólo de obreros sindicalizados suman 2 mil 200, otros mil 500 tienen contrato eventual y terminan en diciembre; el resto son administrativos.

Los que más lamentaron el cierre son aquellos trabajadores que rondan entre los 55 a 58 años, porque preparaban su jubilación. Del total de los sindicalizados, 30% de la plantilla se encuentra en esta situación.

Lee también

Sin embargo, las condiciones cambiaron y desde el 29 de julio los obreros de Nissan ya no son los mismos. Su semblante es ahora de preocupación y tristeza, dicen vendedores de comida instalados en el perímetro de la fábrica.

“Su estado de ánimo se desplomó, en sus rostros se puede [ver] la tristeza, porque saben que será difícil encontrar trabajo”, cuenta la propietaria de un negocio de comida a donde acuden los obreros de Nissan. También lamenta el retiro de la planta y desde ahora estima que enfrentará 50% de pérdidas por la ausencia de los trabajadores.

La historia de Nissan en Morelos

Raúl Iragorri Aranda fue el hombre que creó la Ciudad Industrial del Valle de Cuernavaca y que viajó hasta para ofrecer las tierras de Morelos para la instalación de Nissan.

Lee también

Todo con la ayuda de Emilio Riva Palacio, un político priista que fue electo candidato a la gubernatura en 1964 y a quien Raúl Iragorri Aranda y Vicente Estrada Cajigal lo llevaron a visitar las principales cabeceras municipales de Morelos.

Al ganar las elecciones, Riva Palacio creó la Secretaría de Industria y Comercio y nombró titular a Iragorri Aranda, quien proyectó construir la Ciudad Industrial del Valle de Cuernavaca y la concretó.

Iragorri era consejero del Banco del Sur y por su buena relación con el director del Banco de México, Agustín Legorreta, obtuvo un crédito para planear el parque industrial en el municipio de Jiutepec, contiguo a Cuernavaca.

Lee también

Un día, Iragorri Aranda vio en un periódico que Nissan tenía intenciones de expandirse a América Latina y con ese recorte del rotativo acudió a la Embajada de Japón para confirmar la noticia.

Obtuvo nombres de directivos de la firma japonesa y una vez que se decretó la expropiación de tierras en el municipio de Jiutepec, el secretario de Industria y Comercio viajó a Japón. Llevaba el recorte del periódico y la autorización del gobernador de ofrecer a la empresa automotriz la exención de impuestos estatales y las tierras a precio de regalo, a cambio de instalarse en Morelos.

Fue así que en 1966 Nissan abrió en Jiutepec su primera planta fuera de Japón. Ahí se fabricó el primer automóvil mexicano, el Datsun Sedán Bluebird, del cual se armaron 2 mil 656 unidades.

Lee también

En espera del futuro

Ahora, 59 años después, para enfrentar el inminente retiro de la planta de Nissan, el secretario de Desarrollo Económico de Morelos, Víctor Sánchez Trujillo, afirmó que empresas como Amazon y Netflix están en la entidad para ver locaciones.

Aseguró que ya hay empresarios levantando la mano para ocupar las 40 hectáreas que dejará Nissan y establecerse con diferentes proyectos.

Además, Sánchez Trujillo prometió que vigilarán que las liquidaciones sean conforme a la ley y si los trabajadores lo permiten, encontrar con ellos un uso apropiado de esos recursos. Por ahora trabajan con cámaras empresariales para saber si alguno de los negocios vinculados está interesado en acoger en calidad de inversión a esos trabajadores.

Habló también de la alta probabilidad de contratación en diferentes empresas en Morelos o cercanas, con esa misma actividad.

Lee también

“Recordemos que tenemos en cercanía a Volkswagen y Audi, y a través del Servicio Nacional del Empleo estamos generando programas particulares para atender a los trabajadores”, dijo el secretario.

Por otra parte, está la posibilidad de que algunos de los trabajadores sean recontratados en la planta de Aguascalientes, pues el cierre en Morelos implica el traslado de la producción hacia aquel estado.

Las propuestas suenan bien, dijeron trabajadores consultados, pero consideraron difícil su ingreso a otras empresas automotrices porque están al límite por el ingreso de los vehículos chinos y, sobre todo, porque cuando saben que trabajaron en Nissan Morelos les dicen que luego los buscan.

Lee también

“Es posible que rehúyen del nivel de organización gremial que tenemos”, opinaron los obreros sindicalizados.

Denisse Pérez, secretaria de Desarrollo Económico en el municipio de Jiutepec, donde se asienta la planta japonesa, informó que para atenuar el impacto que generará el cierre de la automotriz, el ayuntamiento aceleró la atracción de inversiones como la ampliación del corporativo Mayekawa, especializada en la fabricación de sistemas y equipos de refrigeración industrial, así como en la compresión de gases.

Otra empresa en expansión es Baxter, dedicada al desarrollo y fabricación de productos médicos, así como Nu Skin, una empresa de la línea farmacéutica. Todos, aseguró, han manifestado sus posibilidades de inversión.

Lee también

Otra empresa que alzó la mano para resarcir el impacto por el eventual crecimiento del desempleo es SPIC Zuma Energía, que propuso al gobierno estatal un plan de inversión destinado al desarrollo de un parque solar fotovoltaico en Morelos. Según Zuma Energía forma parte de la familia SPIC, la empresa de generación de energía eléctrica más grande del mundo y opera en México desde 2014.

En tanto, Nissan presentó a los trabajadores programas de acompañamiento emocional, espacios de escucha y contención, así como una encuesta para conocer su estado emocional, con el fin de mejorar la calidad de vida y aumentar su productividad.

Únete a nuestro canal ¡EL UNIVERSAL ya está en Whatsapp!, desde tu dispositivo móvil entérate de las noticias más relevantes del día, artículos de opinión, entretenimiento, tendencias y más.

[Publicidad]