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Apatzingán, Michoacán.- Mientras el gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, presumía su cena en una taquería de Apatzingán, un activista de ese municipio era baleado, luego de denunciar al mandatario estatal de la violencia que se vive en ese lugar de la Tierra Caliente.
Minutos antes, un chofer de taxi era asesinado a tiros a unas cuadras de donde se realizaban algunos eventos de Ramírez Bedolla, en ese municipio envuelto en guerra, por la disputa del territorio entre organizaciones criminales.
Julio César Acosta Grajeda, también administrador de una página de denuncia en Facebook (Resistencia Civil Pacífica Apatzingán), realizó una transmisión en vivo de casi una hora.
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En la transmisión, Julio Acosta, denunció que intentó acercarse a los eventos del gobernador michoacano, para reprocharle que Apatzingán no estaba en paz como lo había dicho.
El activista reveló que, días antes, sujetos armados en varias camionetas lo siguieron a su casa con la intención de privarlo de su libertad, pero que no lo consiguieron.
De eso responsabilizó al alcalde de Apatzingán, José Luis Cruz Lucatero y al director municipal de Seguridad Pública, Jesús Rangel, con quienes ha sido crítico por la inseguridad que se vive en ese municipio.
“El 27 de junio pasado, fui víctima de un posible atentado; de un posible levantón. Ahí a mi casa llegaron unas camionetas, con la intención de privarme de mi libertad. Gracias a Dios no pudieron, porque fui más inteligente que ellos. Yo ya puse la respectiva denuncia; yo tengo el documento. Yo ahí declaro que no tengo problemas con nadie, más que con Chucho Rangel (director municipal de Seguridad Pública y el presidente municipal, que es a los que he confrontado y es a quienes le he exhibido la corrupción. Sin con los únicos personajes con quien he tenido problemas. Entonces si me llega a pasar algo, es porque ellos lo mandaron a hacer“, dijo.
En el video, también criticó el fuerte operativo que cuidaba al gobernador y a otros funcionarios de su gabinete, mientras acusó, que la población está indefensa ante la violencia.
Narra que a pesar de que intentó acercarse al mandatario, Alfredo Ramírez, la seguridad del gobernante y del municipio se lo impidieron.
A los pocos minutos de acabar su "en vivo", el joven activista fue atacado a tiros y una de las balas le perforó el rostro y al parecer otro más en el cuello y en una pierna.
A pesar de que se desangraba, Julio César Acosta Grajeda, inició una nueva transmisión en vivo a través de sus redes sociales, hasta que se desvaneció y pido ayuda.
“Amigo. Pasó lo que tenía que pasar. Puta madre, me pegaron. ¡Ayúdenme; ayúdenme! Mi gente, aquí estoy. Vinieron del gobierno. Si vieron que mandaron al gobierno. Es el mensaje del gobierno. Perdónenme. A mi familia no la dejen sola, por favor. Cuiden a mi familia; a mis hijos los amo mucho, los adoro. ¡Ayúdenme, por favor!, dice el joven, mientras cae al piso.
Cuando ya era asistido y subido a una camilla, Julio César Acosta, expresó: “Fue el gobernador y fue José Luis Cruz Lucatero y fue Chucho Rangel”.
En la cuenta de facebook del presidente municipal, fue publicado un mensaje: “Continúan los mentirosos inventando cosas al presidente, mientras hacía entrega junto al Gobernador del Estado de la bonita obra del acceso Aguililla-Apatzingán. Buenas noches!.“(sic…).
Ni el director de SP de Apatzingán, ni el gobernador, Alfredo Ramírez, han dicho algo con relación a estas acusaciones en su contra.
Del estado de salud de la víctima, solo de informó esta noche, que se encuentra grave en un hospital de la cabecera municipal de Apatzingán.
Julio César Acosta ya había sido amenazado horas antes, a través una cartulina colocada sobre el cuerpo de un hombre asesinado a balazos, en el que un grupo criminal lo señala de pertenecer a otro cártel rival. “El próximo vas a ser tú, Julio César, decía el narcomensaje.
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