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Santa María del Oro, Jalisco.- Las tropas criminales del Cártel Jalisco Nueva Generación, avanzan a pasos agigantados sobre las comunidades de Santa María del Oro, Jalisco, hacia los municipios de Tocumbo y Los Reyes, Michoacán.
Una serie de videos, dan cuenta de la movilidad de esa organización delictiva y más aún, del desplazamiento de más familias, expulsadas de sus localidades por la violencia que este cártel deja a su paso, sin que autoridad alguna los detenga.
EL UNIVERSAL, ha informado desde el año pasado de la expulsión de cientos de familias, que han tenido que abandonar sus lugares de origen, ante el ataque e irrupción del CJNG en esa zona jalisciense colindante con el estado de Michoacán.
Apenas, hace dos semanas, se registró uno de los desplazamientos forzados más grandes de al menos 10 poblados de Santa María del Oro.
Ahora, se trata de la localidad de El Carrizo, que ya se quedó vacía. Las familias huyen a refugiarse hacia el estado de Michoacán, como se muestra en las imágenes.
Autoridades comunales refieren que las víctima, cargaron sus camionetas y sus vehículos, con lo mayor posible de pertenencias.
Estufas de gas, refrigeradores, colchones y ropa, es lo que se ve que trasladan algunas de las familias desplazadas de esa comunidad.
Además, de que en los mismos videos, se ve a otros integrantes que arrían el ganado que alcanzaron a sacar de sus corrales y que las autoridades comunales aducen que lo tendrán que usar para comer y venderlo, para sobrevivir.
Les meten fentanilo; nada los tumbaba
Fabián es padre de dos niñas y tuvo que contener, junto con otros pobladores, este más reciente ataque del CJNG en esa zona del estado de Jalisco, para darle tiempo a su familia y a los demás habitantes de El Carrizo, de tomar algunas cosas y huir.
En un paraje cercano a La Uma, ya del municipio de Tocumbo, Michoacán, el joven jornalero, cuenta cómo fue que tuvieron que contrarrestar la ofensiva criminal.
“Lo que pasa es que nos agredieron los jaliscos. Llegaron, y nos agredieron a todos los compañeros y como iban llegando, pues iban cayendo. Saqué a mi familia de ahí, porque nos agredieron y tuvimos que pelear, para salvar a la familia; sacarla del rancho”, cuenta.
Fabián, sobreviviente de esos ataques, narra que uno de los criminales se acercó solo a donde estaban los habitantes que repelían la ofensiva y lograron detenerlo. Platica que el sujeto fue desarmado y antes de dejarlo ir, lo interrogaron, momento en el que les hizo una revelación:
“A esos hombres los inyectan con Fentanilo, porque llegaban, los tumbábamos y llegaban más y más, como si fueran robots. Agarramos un muchacho de los mismos jaliscos y nos estaba diciendo que los inyectaban y que por eso no sienten lo cansado; no sienten nada”, describe.
Los habitantes, como los demás lugareños que han tenido que huir por los ataques armados de esa organización criminal, han huido hacia el estado de Michoacán.
Piden que intervenga el Ejército Mexicano para que puedan regresar a sus hogares y vivir con paz, como hasta hace algunos lo hacían.
Señalan que el CJNG coloca minas y otros explosivos en los caminos y predios transitables, para evitar que regresen a sus ranchos y que las autoridades federales no puedan avanzar.
Además, que se han apoderado de sus viviendas, ganado y pertenencias que han abandonado por la urgencia de salir y salvar sus vidas.
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