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La cultura del huachicol y huachigas sigue presente en el estado de Puebla e incluso se ha expandido más allá del llamado Triángulo Rojo, consideró el investigador universitario, Josafat Raúl Morales Rubio.
El integrante de la Facultad de Ciencia Política y Gobierno de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), recordó que este delito lleva años arraigado en comunidades poblanas.
“Históricamente dichas comunidades han realizado huachicol, no es un fenómeno que surgiera hace cinco o seis años, al grado de que se ha extendido más allá del Triángulo Rojo del huachicol, hasta la zona norte”, alertó.
De acuerdo con datos oficiales de Pemex, se han registrado aumentos importantes en la localización de tomas clandestinas en ductos de gasolina y de gas en territorio poblano.
Por ejemplo, en los nueves meses del año, la entidad se ubica en el nada honroso segundo lugar nacional con el mayor número de tomas clandestinas localizadas en gasoductos que atraviesan por su territorio.
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De enero a septiembre sumaban 613 tomas clandestinas detectadas en Puebla, lo que representa casi un 25 por ciento del total asegurado en el nivel nacional, según documentos oficiales de Pemex Logística, obtenidos por vía de la transparencia.
El especialista y autor del libro “El petróleo en el imaginario social mexicano, nación patrimonio y soberanía”, recordó que hay comunidades que ven el petróleo como un producto nacional y como una apropiación de esa riqueza.
Si bien dijo que a partir de que la venta de combustibles se abrió a otras marcas, quedó atrás el sentido de pertenencia, principalmente en zonas urbanas, sigue latente esa cultura en zonas rurales o serranas.
Y recordó que, para la existencia de este tipo de delitos, indudablemente es necesaria la vinculación de autoridades.
“El robo del huachicol no es fácil, por lo que muy probablemente tenga apoyo de las propias autoridades estatales y locales de Puebla. Se hacen de la vista gorda desde Pemex hasta las autoridades locales y, seguramente muchos están coludidos. Seguramente hay casos de corrupción y omisiones históricas”, advirtió.
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Los datos oficiales de Pemex evidencian que el robo de gas y gasolinas no solo ocurre en regiones del tradicional llamado Triángulo Rojo del Huachicol, que abarcaba municipios como Tepeaca, Tecamachalco, Quecholac y Palmar de Bravo, sino que ahora se extendieron a diversas regiones del estado de Puebla.
El Maestro en Historia y doctor en Ciencias Sociales y Políticas por la Universidad Iberoamericana, dijo que el tema del huachicol trasladado a lo político toma otras aristas.
De ser un tema relevante al inicio del gobierno morenista –expuso- con el tiempo, ante la persistencia de dicho delito, se evita el tema.
“Al inicio del sexenio hubo un crecimiento importante del huachicol y en ese momento, el presidente López Obrador tomó la decisión de cerrar los ductos y utilizar las pipas. Decisión muy cuestionada por la oposición, debido a que fue más caro y menos seguras que el uso de ductos”, recordó.
Destacó que, al cabo de cinco años, el tema del combate al huachicol dejó de ser un tema que le diera puntos al gobierno federal, y se ha convertido en un punto que se evita.
afcl