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Juchitán. – Campesinos del municipio zapoteco de Unión Hidalgo, exigieron a la empresa Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT) que asuma su responsabilidad por la tala de más de 7 mil plantas endémicas afectadas con la modernización de la línea ferroviaria K que corre de Ciudad Ixtepec, Oaxaca a Ciudad Hidalgo, Chiapas.
Nobel Arenas, uno de los integrantes del Comité de Defensa de las Tierras de Unión Hidalgo, acusó que el CIIT y las empresas contratadas para abrir brechas y caminos que permitan el acceso de camiones tipo volteo, no presentaron la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA), que otorga la Secretaría del Medio Ambiente (Semarnat), que garantice la mitigación de daños ambientales.
Desde el pasado martes, los campesinos, que se define como defensores del medio ambiente y representantes comunales, se manifestaron en una zona donde la empresa contratada instaló su campamento. A partir de ese hecho, los pobladores de Unión Hidalgo lograron que la Secretaría de Marina (Semar), encargada de la obra de la línea K, les abriera una mesa de diálogo.
“Hoy viernes nos reunimos con esas autoridades en las instalaciones de la Universidad Autónoma Comunal de Oaxaca (UACO), sede Unión Hidalgo, donde reclamamos por qué no hay MIA autorizada por la Semarnat, cómo mitigarán la pérdida de más de 7 mil especies endémicas y quién pagará la extracción de material pétreo que se usará sobre 26 kilómetros de la línea K”, explicaron.
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En el encuentro, el representante comunal de Unión Hidalgo, Óscar Marín Gómez, demandó a las autoridades de Semar, del CIIT y del gobierno oaxaqueño, que socialicen con la población de Rancho Gubiña toda la información para que el pueblo conozca los impactos del proyecto de rehabilitación de la línea K, que abarca unos 473 kilómetros de largo entre Oaxaca y Chiapas.
Las autoridades campesinas lamentaron que el presidente municipal de Unión Hidalgo, Juan José Martínez (Morena), oculte la información al pueblo, porque está provocando conflictos en la comunidad, como los que están surgiendo entre comerciantes del mercado 7 de noviembre, pegado a las vías del tren, donde venden al menos 300 mujeres que no saben dónde venderán.
Para este próximo martes está previsto un recorrido por la zona donde han sido deforestadas más de siete mil plantas, para que se amplié el camino que necesitarán camiones y maquinaria pesada y el tramo de 26 kilómetros de vías. “No vamos a oponernos a la obra del tren, porque beneficiará a los istmeños, pero queremos que se haga con respeto a nuestros derechos”, dijeron los campesinos zapotecos.
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