Mientras en Aguascalientes la familia Rivera celebraba los 92 años de la abuela; en la CDMX, perdió la vida durante el.

Ese mismo día, el pasado 5 de abril, Bere concluyó su diplomado y estaba lista para comenzar una nueva faceta en su vida.

“Fue su último día como estudiante y ese mismo día se tituló. Parte de su trabajo me lo enseñaba. Me gustaba mucho cómo capturaba las imágenes, cómo congelaba la expresión de los artistas en segundos. Yo ni sabía bien a qué se dedicaba exactamente”, contó su padre, Raúl Giles, a los medios de comunicación a las afueras de la funeraria en la que hoy le dio el último adiós.

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La tragedia ocurrió alrededor de las 17:00 horas, durante la presentación de Meme del Real, integrante de Café Tacvba. Según reportes del IMSS Bienestar, una estructura decorativa colapsó y golpeó a Bere y a otro joven fotógrafo, Miguel Ángel Rojas, de 26 años. Ambos fueron trasladados al Hospital General Dr. Rubén Leñero, pero llegaron sin signos vitales. Las causas: traumatismo craneoencefálico y múltiples fracturas.

Hoy, lunes 7 de abril, colegas, amistades y miembros del gremio artístico y musical se reunieron para despedirla.

Berenice no solo era fotógrafa, era activista y defensora de los animales.

“(Era) Una joven muy inquieta, brillante en lo que sabía hacer. Muy alegre, muy consciente también. Le dolía ver la indolencia y la desigualdad social. Decía que nosotros, siendo teóricamente más inteligentes, abusamos de los animales. Amaba la naturaleza, protegía a los animales con mucha convicción”, recordó su padre.

Durante su paso por la carrera de Comunicación y Periodismo en la FES Aragón, y aún después, Bere encontró su pasión la escena musical del país: “Lo que ella hacía, yo no lo entendía del todo, pero lo admiraba”, agregó.

Raúl Giles no pudo despedirse de su hija, no le dio un abrazo ni último beso; pues jamás pensó que no volvería a verla:

"Ya era oficialmente una profesional. Ese mismo día falleció. Yo estaba celebrando, sin imaginar que mi hija ya había fallecido. Es algo que no puedo explicar”, confesó con la voz quebrada.

Una escena del crimen silenciada

Los primeros en llegar al hospital no fueron sus familiares, sino sus compañeros: también jóvenes periodistas y fotógrafos que junto a ella cubrían el festival; además de sus amigos, quienes vieron la noticia en redes sociales y la reconocieron.

La noticia se hizo viral en cuestión de minutos. Se habló de nombres, de fallas, de estructuras, de protocolos. Pero no de que la muerte de Bere no fue un accidente aislado, pero sí intentaron silenciarlo.

"Eso era una escena del crimen y la movieron, porque si no se hubieran enterado, si no se hace viral, eso lo quitan y nadie dice nada”, denunció un amigo de Bere en entrevista con EL UNIVERSAL.

Pero, en medio del duelo, también tienen clara una verdad difícil de digerir: la muerte de Bere pudo haberse evitado.

"Mi hija era parte de la prensa. Por eso les hablo", dijo el señor Raúl frente a cámaras y micrófonos. "Porque ustedes, como jóvenes, como comunicadores, son la voz de nosotros como sociedad".

Una de las empresas vinculadas al evento ofreció un apoyo económico para cubrir los gastos funerarios. El padre de Bere aceptó la ayuda, reconociendo que “fue una forma de asumir una parte de la responsabilidad”.

El domingo 6 de abril, periodistas, fotógrafos y trabajadores del gremio se reunieron en el Parque Bicentenario para exigir condiciones laborales más justas y seguras. Alzaron la voz no solo por Bere y Miguel Ángel, sino por todas las vidas que siguen expuestas.

“Gracias por estar aquí. Esta es una forma de hacer visible el dolor, de denunciar lo que falló. Si no lo nombramos, si no lo señalamos, todo sigue igual. Y me parece que, por tratarse de un caso mediático, las autoridades apenas están comenzando a escuchar… pero de escuchar a actuar, aún falta mucho. Se necesita justicia. Y se necesita ya”, finalizó.

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