Jared Leto apareció en lo alto de Piccadilly Circus, enfundado en un impermeable rojo sobre un traje blanco, saludando como si fuera un magnate del futuro. Era el gran estreno en Londres de "Tron: Ares", el 1 de octubre. Pero el espectáculo, muy al estilo del actor, no logró su objetivo principal: llenar las salas de cine.

La tercera entrega del universo Tron era una de las grandes apuestas de Disney para este año. Sin embargo, su estreno fue un accidente cinematográfico: apenas recaudó 33.2 millones de dólares en Estados Unidos y 60 millones a nivel global, frente a un presupuesto de 180 millones. Ni el carisma de Leto ni la estética futurista pudieron salvarla del colapso.

El público objetivo, jóvenes hombres de entre 18 y 24 años, simplemente no apareció, y el filme terminó hundiéndose. Para muchos en Hollywood, el problema no fue Jared Leto sino el desgaste de una franquicia que nadie pidió revivir.

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Disney lo sabía, pero el actor insistió durante años en sacar adelante el proyecto, aprovechando su cercanía con ejecutivos clave y su prestigio como ganador del Oscar por "Dallas Buyers Club". El resultado: un espectáculo visual sin alma que no conectó con las nuevas generaciones.

Esto no es un hecho aislado, ha pasado con varias producciones de Disney y aquí vamos a recordar algunas.

  • "Blancanieves" en live action

Si "Tron: Ares" tropezó por falta de interés, "Blancanieves" lo hizo por exceso de controversia. El live action protagonizado por Rachel Zegler y Gal Gadot llegó a los cines entre acusaciones, declaraciones políticas y un presupuesto desbordado.

Disney invirtió más de 270 millones de dólares en una cinta que apenas recaudó 87 millones en su primer fin de semana. A las críticas por los enanos creados con CGI y las tensiones internas entre el elenco se sumaron los mensajes políticos de Zegler en redes, que encendieron el descontento de parte del público y de la propia compañía.

Para muchos analistas, "Blancanieves" representa el punto más bajo en la estrategia de remakes de Disney: proyectos millonarios sin corazón ni identidad propia.

  • "The Marvels"

No todas las derrotas de Disney vinieron del lado de los cuentos de hadas. "The Marvels" (2023), secuela de "Captain Marvel", se convirtió en el peor resultado económico del MCU. Con un presupuesto de 374 millones de dólares, la película apenas logró 206 millones en taquilla mundial.

La directora Nia DaCosta fue clara al respecto: el problema fue un guion débil y una producción sobrecontrolada. Las reescrituras constantes y la falta de una visión clara hundieron a una historia que debía consolidar el liderazgo femenino en Marvel, pero terminó siendo un ejemplo de fatiga de franquicia.

  • "Mars Needs Moms" y "The Wild"

Mucho antes de los live action, Disney ya sabía lo que era tropezar en grande. En 2011, "Mars Needs Moms" pasó a la historia como el mayor fracaso de la animación moderna. Con 150 millones de presupuesto y apenas 39 millones recaudados, fue un golpe devastador para el motion capture.

Algo similar ocurrió con "The Wild" (2006), que fue duramente comparada con Madagascar de DreamWorks. Aunque recuperó parte de su inversión, 102 millones frente a 80 de presupuesto, las críticas por su falta de originalidad la convirtieron en un tropiezo estratégico que obligó a Disney a repensar su división de animación.

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