Ronronea en el Zócalo el gato letón

Por más de una hora, el Zócalo de la Ciudad de México se convirtió en tierra de gatos.

Fue la tarde en la que niños de seis a 80 años se apoderaron de la explanada para ver Flow en una función especial de la cinta letona que se alzó como ganadora al premio Oscar a la Mejor película de animación, en marzo pasado.

Esmeralda, de seis años, contó que logró “convencer” a su mamá de tomar el metro desde Ecatepec, traducido en hora y media de traslado, para ver la cinta.

“Me han dicho que está bonita y me gustan los gatos”, dijo emocionada la pequeña, quien disfrutaba de unas palomitas.

Cuando el realizador letón Gints Zilbalodis arribó al escenario, algunos adultos, con celular en mano, le gritaban: “I love you”.

“Son los mejores fans de todo el mundo. Flow es una película sobre dejar ir, y es maravilloso tenerlos aquí. Espero que algún día alguien que esté aquí en la audiencia presente su película alrededor del mundo. Voy a recordar esta noche como la mejor”, dijo el director.

Todos se divierten

Para la exhibición conmemorativa por el Día del Niño y la Niña se colocaron sillas, con el objeto de que decenas de personas observaran el filme, pero otras más, asistentes a lo que se llamó el Zocalito de las Infancias —que ofreció juegos a lo largo de la explanada— se fueron sumando, aunque de pie.

Por ejemplo, justo a un lado de la pantalla en la que se proyectaba Flow se desarrollaba una actividad en la que los pequeños disfrutaban de ser bomberos por unos instantes, cargando mangueras y ataviados con cascos e impermeables, como los reales.

En tanto, los niños que seguían la película le gritaron “¡cuidado!” al gato cuando en las primeras escenas del filme está casi por ser aplastado por venados y exclamaron: “¡aaah!”, al ver que un perrito se convertía en su amigo.

La exhibición inició poco antes de las 19:00 horas, con algo de luz solar, así que cuando oscureció se pudieron ver decenas de diademas, portadas por niños, con patitos que parpadeaban luminosos en tonos amarillo y rojos.

Algunos policías optaron por convertirse en público y sonrieron cuando el minino se espanta al subirse a un barco. Otras personas disfrutaron la escena sentados en el pavimento.

La llovizna comenzó alrededor de las 19:40 horas, y los paraguas se alzaron. Lo cierto es que ayer Flow consolidó su aceptación en México, donde tuvo dos millones de asistentes en cines.