La historia de lo que vivió el padre de Leonardo Zimbrón (guionista), un ginecólogo que trabajaba en un hospital la mañana del 19 de septiembre de 1985, inspiró la serie que desea cimbrar a la sociedad mexicana recordando la solidaridad y la empatía que predominó aquellos días en el país.
Michel Grau, director de Cada minuto cuenta, comenta que la serie también busca recordar los obstáculos políticos a los que se enfrentaban los mexicanos en una situación como esta, así como el fenómeno migratorio que permeaba en el entonces Distrito Federal.
“Él (Zimbron) gestó la idea a partir de la experiencia que tiene con su padre, médico ginecólogo que estaba trabajando en esa época en los hospitales; desde ahí él, con un grupo de guionistas, empezaron a hacer las historias del doctor y la periodista que se encuentran con la noticia, y cuando me sumo yo al proyecto empezamos a tejer ciertas cosas que a mí me interesaban, como la migración a la Ciudad de México en los 80”.
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Al director le atrajo la idea de mostrar la mirada de aquellos ciudadanos que, buscando la superación lejos de su casa, vivieron una de las desventajas de la Ciudad de México, que por su ubicación geográfica es propensa a terremotos.
Una sacudida social
“Estamos en un momento sísmico socialmente hablando”, considera Maya Zapata ante el clima de incertidumbre social que desde hace meses predomina en México.
La actriz encuentra una analogía entre este clima caótico y la historia de Cada minuto cuenta, donde da vida a una periodista que se enfrenta a su ética.
“Lo que hace mi personaje es ser una comunicadora y encontrar cuál es la naturaleza del servicio que ella va a dar, o sea, ¿qué es esa parte del servicio de informar lo que a ella le va a dar sentido? y es un arco con el que me identifico mucho”, cuenta Zapata.
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Junto a ella, Osvaldo Benavides se enfrenta también con su personaje no sólo a un panorama de corrupción e injusticias, sino a duras circunstancias personales en medio de una gran problemática social. Ese es el realismo al que Benavides se aferró para su papel del Doctor Ángel.
“Es un tipo cuyas acciones resultan heroicas, pero él las hace por necesidad, fue una linda exploración y descubrir que ‘sí es uno de los héroes’, pero cómo iba a divertirme con esto, para que no nada más fuera el que siempre está ayudando y que siempre tiene que hacer lo correcto, sino que hubiera algo dentro de él que lo impulsara, encontrarle su lado oscuro y fue que está lleno de ira”.
Jesús Zavala, quien interpreta a al doctor Carlos, tiene una experiencia más cercana: la del temblor de 2017, ocurrido también en 19 de septiembre, con una magnitud de 7.1 grados Richter, un momento que quedó en su memoria.
“Soy de Guadalajara, es muy raro que suceda hasta el más mínimo temblor allá, pero tenía bastante conocimiento del de 1985 porque mi papá tenía una gran colección de documentales y fotos”, cuenta Jesús Zavala.
“No había tenido ningún temor a ningún temblor antes del 2017, recuerdo ese día que sí fue muy extremo y delicado, quedé un buen tiempo un poco traumado, pero me emocionó ver la reacción de la gente; fui a ayudar al edificio que colapsó en Ámsterdam y recuerdo ver a la gente tan unida... Creo que es algo muy de México y es lo que trata de representar esta serie”.
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Tecnología de hoy para recrear el ayer
Una enorme pantalla curva de 200 metros cuadrados fue parte de la creación de esta serie de 10 capítulos. Es un recurso que no se había utilizado en México: Virtual Production y al que ya han recurrido series como The Mandalorian, de Disney.
Se trata de un set reproducido en una enorme pantalla compuesta a su vez por 800 pequeñas pantallas, que dan a una escena la escenografía exacta y la posibilidad a los creadores de moldear el set antes y durante la grabación.
Antonio de la Vega, quien interpreta a Ignacio, hermano del doctor Ángel (Benavides), considera que esta es una forma de adherir calidad a la profesión.
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“Son herramientas que conforme va avanzando la tecnología para tener mayores valores de producción permiten mayor agilidad o mejores tiempos de producción y es un reto también actoralmente. Yo no veo la fecha en que me toque trabajar en ese monstruo tecnológico donde hay muchas incógnitas porque uno sabe cómo trabajar con el Green screen o el Blue screen o con cierto tipo de proyecciones, como animales mecánicos o efectos especiales, pero esto es una cosa completamente nueva”.
Zavala resume esta etapa: “Habrá un parteaguas en cómo se filman grandes producciones”.
