Raquel Bigorra acepta que conoció a Fernando López Salinas, alías "el Tamalito", debido a que trabajó en el bar Gabanna, del que era dueño, luego de que el nuevo libro de Anabel Hernández, "Las señoras del narco", la mencione asegurando que fue pareja de este hombre, quien habría trabajado para el narcotraficante Arturo Beltrán Leyva, sin embargo, negó que hubiera tenido un romance con él, así como dijo que no era verdad que le haya regalado su casa en San Ángel.
Diferentes medios de comunicación se dieron cita afuera de las instalaciones de la XEW, para acercarse a Bigorra y preguntarle su opinión acerca de qué pensaba acerca de la investigación periodística de Hernández, en la que asegura que sostuvo un romance con "el Tamalito" (finado), quien presumente habría trabajado con Arturo Beltrán Leyva, en conjunto de otros negocios que tenía, pues era abogado y dueño de algunos bares de la Ciudad de México, como fue el caso del centro nocturno Gabanna.
La actriz cubana no tuvo empacho en reconocer que ella trabajó en ese sitio, pues tenía un show cada miércoles. De hecho, reveló que ella fue la que buscó a López Salinas para ser contratada en el bar, debido a que se enteró que otras figuras del medio artístico se presentaban ahí, sin emabrgo, destacó que ella nunca lo conoció por el sobrenombre que Anabel apunta en su investigación, sino como "el licenciado Fernando", quien además asegura que siempre se portó bien con ella.
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"Mira, efectivamente sí conozco a esta persona, no por el sobrenombre, lo conozco como el licenciado Fernando, le conocí cuando estuve trabajando en este centro nocturno, trabajé una temporada larga como he trabajado en otros centros nocturnos, no era un lugar escondido, era un lugar donde invitábamos a la prensa, donde teníamos presentaciones de disco, era un lugar super... hasta donde yo supe dentro de la ley", dijo.
Lo que negó fue que ella y Fernando hubieran sostenido una relación amorosa y, mucho menos, que le hubiera regalado la casa que tenía en la calle Rocas, en San Ángel, como lo informó Hernández en su obra, pues aunque asegura que tales dichos no le quitan el sueño, sin embargo, no le parece que quieran hacer menos su trabajo, pues ella pagó esa propiedad con su trabajo, a tal grado que confesó que para poder adquirirla tuvo que sacar un crédito.
"Que me diga que alguien me haga regalos, tampoco me quita el sueño pero me incomoda, porque mi trabajo que me ha costado y trabajo de lunes a domingo desde que llegué a México desde hace casi treinta años", indicó. "Yo tuve esa casa, antes de que yo empezara a cantar en este lugar, para esa casa tuve que pedir un crédito y tuve que pagar el crédito".
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Además, destacó que hay algunas imprecaciones en la información reportada en "Las señoras del narco", aunque destacó que ella no lo ha leído el libro, sino que son sus seguidores quienes le han contado su contenido.
Raquel precisó que fue en la época en que participó en la segunda edición de "Cantando por un sueño" en 2006, cuando supo de la existencia del Gabanna, debido a que la presentación del elenco de la tercera temporada se llevó ahí , por lo que preguntó cómo podía hacer para trabajar ahí, debido a que acostumbraba laborar en centros nocturnos, aunque reconoció que de esos shows nunca se gana mucho dinero.
Reiteró que "el Tamalito" nunca trató de seducirla: "Te digo algo, conmigo fue una persona superbien, el lugar era superbien, ahí no había nada raro ahora he escuchado muchas cosas".
En el libro de la periodista también se menciona que López Salinas era tratado despectivamente por Bigorra, quien supuestamente lo denominaba como un "naco", pero a él eso no le enfadaba, sino que lo hacía sentirse más atraído por ella, quien se dice que también tenía una relación estrecha con la hermana del "tamalito". También se dice que él pagó para que la actriz y cantante cambiase su dentadura.
¿Quién fue Fernando López Salinas?
Fernando López Salinas, "el Tamalito", murió a los 41 años, después de que fuera acribillado por cinco impactos de bala, luego de que dos sujetos bajaran de una motocicleta y lo enfrentaran en la Zona Rosa, cerca del bar "El Yuyo", donde se encontraba el abogado, pues en 2013, cuando sucedió el homicidio, se reportó que el asesinato pudo suceder debido a que se convirtió en un testigo protegido de la Procuraduría General de la República (PGR), tras dar información sobre Arturo Beltrán Leyva, para el que había trabajado.
De hecho, López Salinas acaba de regresar de Miami, donde se encontraba huyendo de las amenanzas que había recibido de Édgar Valdez Villareal, "la Barbie".
melc