“Yo transformé el lamento en fiesta” es uno de los diálogos de Mumy Singer, personaje protagónico de la cinta dirigida por el argentino Daniel Burman.
“Transmitzvah” es el nombre de esta producción en la que se ve a una cantante transgénero que es toda una estrella musical, que canta temas en idish (idioma hablado por las comunidades judías en regiones del centro y del este de Europa), y que después de vivir gran parte de su vida en España, vuelve a su natal Argentina.
Al llegar a su lugar de origen reconecta también con quien fue su familia de judíos ortodoxos. Ahora, Mumy Singer está dispuesta a saldar las cuentas que dejó pendientes en su país, una de ellas realizar su Bat Mitzva, celebración religiosa para niñas que inician su transición hacia lo que será su vida como mujeres.
La historia es un llamado, con las licencias poco verosímiles que la ficción permite, a temas como la religión, las creencias, la identidad, las tradiciones y la familia.
Esta peculiar chica trans judía, que es interpretada por la actriz española Penélope Guerrero, está dispuesta a llevar a cabo su celebración religiosa porque, aun con unos años de retraso, dicha ceremonia es para mujeres y ella es una, aunque esto ni de broma esté contemplado en ningún libro de la liturgia judaica.
Dicen los críticos que conocen los trabajos de Daniel Burman, quien puso pausa a su trabajo en cine para dirigir por un buen tiempo series televisivas, que esta es su cinta más personal, en la que trata de explicar, de a poco, lo que significa ser judío en la actualidad.
Dónde ver: Netflix