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El paro total en las actividades, al que obligó la pandemia hace unos años, llevó a muchos a ocupar su tiempo, energía y atención en aquellos pendientes pospuestos una y otra vez, este es el caso del actor español Pedro Alonso.
El histrión, conocido a nivel mundial por su personaje de Berlín en “La casa de papel”, ha dicho que fue durante la etapa de confinamiento que dio forma a esta idea que por mucho tiempo tuvo en mente, y a la que, una vez que tuvo el espacio y las condiciones, le dio forma.
“En la nave del encanto” es la producción que levantó el ibérico y de la que ha confesado que no tenía claras las dimensiones de lo que significa arrancar con un proyecto en el que distintos puntos de la geografía mexicana fueran el telón de fondo.
Pedro Alonso tardó cuatro años en escribir y darle forma a su idea, basado en recorridos que ya había hecho de manera privada desde hace una década y que fueron el detonante de este proyecto. Una vez que armó el concepto, invirtió cuatro meses en el rodaje por bosques, desiertos, selva y también ciudades de México, todo con el fin de recoger algo del valor de la medicina ancestral.
Una de las inquietudes que contribuyeron a que el actor iniciara con la producción de esta road movie era encontrar una alternativa para sanear su cuerpo y su mente, dado que, tanto él como las personas que lo rodean viven en medio del estrés que generan las distancias, las aglomeraciones, la vida en las grandes ciudades, lo que impacta de manera directa en el equilibrio emocional y en la salud mental.
Con “En la nave del encanto” Pedro Alonso deja al descubierto esa especie de fascinación que siente hacia México, territorio que, se percibe, conoce y con el que de alguna manera marca un pacto de pertenencia, al participar en ceremonias y rituales propios de cada territorio y cultura que visita.
“En la nave del encanto” está disponible en Netflix.
