Usuarios de redes, particularmente del grupo Teresaposting, descubrieron que la mítica vecindad en la que vivió sus primeros años Teresa Chávez, personaje que interpretó en 2010 y que está ubicada en Antonio Van Dick #73, en el barrio del Mixcoac, ya no luce como la conocimos en pantalla hace una década y media.

Ahora luce fachadas relucientes, diseño minimalista y hasta “comidita con bolillo y vino” en lugar de los guisos caseros que doña Refugio cocinaba. “Pasé por ahí, se me hizo conocida, la busqué en Maps y ¡claro!, es la vecindad de nuestra Tere… pero ya bien hipster”, escribió una fan.

Y aunque el hallazgo despertó la nostalgia, también sacó carcajadas con comentarios como: “Teresa cobró venganza y demolió la vecindad”, “la compró para sacar a los mariachis de 5ª y rentarla a pura gente quesque de España”. Hay quien dice que esta modernización fue planeada por la mismísima Teresa Mendoza para cerrar su ciclo: de “rata de vecindad” a dueña del Airbnb.

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Del Toro, amarrado para no hacer más

está “amarrado” de manos por Netflix. Nos enteramos que debido al contrato que ahora tiene con la plataforma, que incluye una nueva versión de “Frankenstein” que estrenará a finales de año, el tapatío no ha podido empujar los proyectos de sus colegas Issa López y Karla Castañeda, a quienes anunció como sus próxima producciones hace un sexenio. Alguno de ellos ya lo tenía con otra productora, pero por respeto a su actual “casa” dejará que pase un rato más. Eso sí, no ha dejado de hablar con las realizadoras.

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Boneta “juega” a ser Mauricio Garcés

La cuenta de Tiktok Peli de la Semana, que tiene más de 800 mil seguidores, hizo algo inédito: recomendó ver una mala película. Se trata de “”, protagonizada por Diego Boneta y Martha Higareda, filme publicitado como erótico pero que, según el creador, ni excita ni sorprende… aunque sí da risa, y mucha.

Lejos de buscar en ella complejidad narrativa o sensualidad, esta recomendación fue más bien una invitación a ver cine de lo absurdo: observar los primeros cinco minutos de Boneta narrando como si fuera Ryan Gosling, pero en versión (Mauricio) Garcés ya es, según dijo, "una experiencia desquiciante digna de chelas y carcajadas con amigos".

En los comentarios, muchos suscribieron al “mejor me puse ‘Son como niños 2’”, pero otros ya la anotaron en la lista de “películas malas que hay que ver”. Y así, sin querer, “Juegos de seducción” consiguió lo que muchas no logran con premios ni campañas: volverse tema de conversación.

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