El calor de Monterrey no daba tregua. A más de 30 grados, la ciudad se volvía caótica en las calles pues sería una noche cargada de música. No era un miércoles cualquiera: Shakira, Tool y Keane coincidían en la cartelera, desafiando el ya desordenado tráfico regiomontano.

Entre bocinazos y avances a vuelta de rueda, los seguidores de la banda británica Keane se abrían paso hasta el Auditorio Citibanamex, donde arrancaría su gira por México.

Dentro del recinto, el aire acondicionado contrastaba con la temperatura exterior, pero el ambiente estaba lejos de ser frío. La banda texana Culture Wars fue la encargada de abrir la velada.

"Buenas noches, Monterrey", saludó su vocalista Alex Dugan en un español aprendido para la ocasión. Aún con un público que los descubría, aprovecharon la longitud del escenario para dar una primera buena impresión.

Con el auditorio ya lleno, Keane apareció entre gritos. Los primeros acordes de “Can’t Stop Now” marcaron el inicio de un recorrido nostálgico por "Hopes and Fears".

"Hola, Monterrey", exclamó Tom Chaplin. "Celebramos 20 años de Hopes and Fears, y es un placer estar de vuelta en México. ¡Hagamos de esta una gran noche!". Nadie permaneció en su asiento.

El setlist avanzó con clásicos como “Nothing in My Way” y “Spiralling”, encendiendo la euforia del público. Chaplin, visiblemente emocionado, agradeció la calidez de los asistentes.

"Hemos olvidado lo bien que se siente estar aquí. Tienen tanta pasión, tanto amor por la música". Las luces de los celulares iluminaron el recinto durante “Sunshine”, creando una atmósfera íntima, mientras en las primeras filas los fans extendían las manos con la esperanza de un saludo de la banda.

Entre canciones, Chaplin compartió anécdotas con uno de los públicos que desde lejos se notaba, era su favorito.

“Qué ciudad tan hermosa. Los atardeceres aquí son increíbles. Nuestro hotel tiene un bar en la azotea, y anoche nos quedamos viendo el sol ponerse. En Inglaterra ni siquiera lo vemos. Ya ni sé cómo se ve”, bromeó, antes de lanzar la pregunta que desató un rugido en el público:

"¿Están listos para cantar?".

"Everybody’s Changing" fue coreada como el himno generacional que es.

El concierto avanzaba entre emoción y recuerdos de esta banda que está festejando una trayectoria de más de dos décadas. “Ver a más y más personas conectadas con este disco después de tantos años es increíble”, confesó Chaplin. La banda sorprendió con la noticia de que están trabajando en nueva música: "La necesitamos. Después de un año tocando Hopes and Fears, también queremos algo nuevo".

El clímax llegó con “This Is the Last Time” y “Crystal Ball”, preparando el terreno para el final. Tom Chaplin tomó una bandera de México y se la colocó en la espalda como capa, pero resbaló al suelo, provocando risas y obligándolo a atarla al micrófono. Luego, con los primeros acordes de “Somewhere Only We Know”, la noche alcanzó su punto más alto, pero también se sentía que llegaba el final de la velada.

El encore no tardó en llegar. Keane regresó al escenario para regalar cuatro temas más: “Neon River”, “We Might As Well Be Strangers”, “Sovereign Light Café” y “Bedshaped”, cerrando así una noche llena de música.

Hace apenas un año, Keane fue uno de los ‘headliners’ de Pa’l Norte, y ahora regresaba para celebrar el álbum que los lanzó a la fama. Con su “Hopes and Fears 20th Anniversary Tour”, ofrecieron un viaje en el tiempo, reviviendo la banda sonora de miles de personas. Monterrey fue solo la primera parada; este fin de semana, la banda británica continuará la celebración en el Vive Latino en la Ciudad de México. La historia de Hopes and Fears sigue escribiéndose, y México es parte de ella.

rad

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