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La inconformidad estalló contra los Estudios Churubusco. La productora Sandra Solares reveló que desde hace siete meses no ha recibido pago alguno por el equipo de cómputo descompuesto al reventarse una tubería de agua en la oficina que rentaba.
Ella y otras producciones del edificio Emilio Fernández fueron afectadas por la falta de mantenimiento del lugar. Su queja, lanzada inicialmente en un grupo de Facebook que aglutina a miembros del audiovisual mexicano, fue la punta de lanza para que otros cineastas comenzaran a enumerar diversas fallas en los estudios, como malos servicios y horarios estrictos, que han hecho abandonar a varios, incluido a Solares, las instalaciones de manera definitiva.
La de Solares tuvo que hacerse pública para que autoridades de los estudios se volvieran a comunicar con ella, tras un silencio prologado.
“En junio pasado estábamos trabajando en la oficina y había una especie de gotera. De pronto se expandió el agua por un lado y de pronto, literal, fue como una catarata”, relata a EL UNIVERSAL.
La también directora continuó en los meses subsecuentes con su trabajo, como la serie Las muertas, de Luis Estrada, por lo que no había tenido tiempo se darle seguimiento al caso.
Hace una semana envió otro correo que no obtuvo respuesta y fue hasta que hizo pública la denuncia en Facebook, que se comunicaron con ella.
“No soy mala onda, ni mala, ni es mentira, no es contra de alguien, sino que son cosas que ayudan a que sea mejor todo. Lo que me dijeron es que esperan que se arregle lo más pronto posible”, expresa.
