Como toda persona nacida a inicios de los 70, el director estadounidense Eli Roth creció con una ciencia ficción casi artesanal, encumbrada especialmente con Star wars, de George Lucas, que en 1977 revolucionó el género al mezclar una narrativa épica con efectos especiales innovadores y personajes memorables.

Por eso, cuando le pidieron hacer la película "Borderlands", basada en un de 2009, asumió el riesgo de no sólo complacer a la audiencia joven con un filme a modo, sino inspirarse en las películas que lo formaron en la década de los 70 y 80, con el fin de crear un puente entre audiencias que valoran la autenticidad de la ciencia ficción.

“Fue un tremendo desafío adaptar un juego, porque no quise pensar solamente en una mera adaptación, quería una película más ambiciosa, así que hablé con Randy Pitchford, el creador del juego, y le dije: ‘quiero hacer una gran película con comedia y de ciencia ficción que sea enorme y divertida para varias audiencias’”, cuenta Roth (conocido además por actuar en Bastardos sin gloria, de Tarantino) en entrevista con EL UNIVERSAL.

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Roth es conocido gracias a su papel de Donnie en Bastardos sin gloria y como director, por filmes de horror Foto: IMDB
Roth es conocido gracias a su papel de Donnie en Bastardos sin gloria y como director, por filmes de horror Foto: IMDB

El director rápidamente entendió que había muchos riesgos porque en el camino muchos elementos originales del videojuego quedarían fuera. Ese ir en contracorriente de la industria, considera, es un desafío que la gente de su generación debería asumir.

“Claro que quería que los fans del juego la amaran, sin embargo Randy me apoyó, me dijo: ‘No te preocupes, adáptalo. Sabes, los juegos siempre serán los juegos. Las películas son las películas, es algo propio’. Fue cuando entendí que si dejaba algo afuera, pero hacía una película desde mis referencias fílmicas, los fans lo entenderían”, dice.

Se inspira en los grandes

Respetando el sentido del humor y las atmósferas del videojuego, decidió añadir ciertos ambientes de películas como Alien: el octavo pasajero (1979), Blade runner (1982) de Ridley Scott, e incluso Mad Max (1979) de George Miller, filmes en los que la violencia, la oscuridad y la exploración de temas filosóficos en sus personajes son fundamentales.

La película, que estrena el 8 de agosto en cines, narra la historia de Lilith (interpretada por Cate Blanchett), una caza recompensas que regresa a su planeta natal, Pandora, para encontrar a la hija desaparecida de Atlas, el villano más poderoso del universo.

En su búsqueda, Lilith forma una alianza con un grupo de inadaptados: Roland (Kevin Hart), Tiny Tina (Ariana Greenblatt), Krieg (Florian Munteanu), Tannis (Jamie Lee Curtis) y Claptrap (Jack Black). Juntos, enfrentarán a bandidos y criaturas alienígenas, descubriendo paulatinamente los secretos de Pandora y tratando de salvar al universo.

“Son personas que son de diferentes partes de la galaxia, que no se gustan y que son lanzadas juntas en esta misión y tienen que soportarse, que piensas que no van a lograrlo sin matarse entre sí”, dice el realizador de terror, que incursiona en el género.

“Pero luego ellos se aman y se convierten en una familia, eligen quedarse juntos. Así que, en el fondo, como muchas películas clásicas, se trata de esos temas de familia y de elegir a quienes te acompañan en tu vida, son temas que encuentro muy interesantes desde mi infancia”.

Tanto en el videojuego como en muchos filmes con los que creció el realizador de 52 años, el humor y los efectos visuales son fundamentales durante el desarrollo de la trama, por ello, el realizador quiso mantenerse inspirado en historias emblemáticas para sus contemporáneos.

“Todos conocimos a Bruce Willis, este tipo trabajador de Nueva Jersey de Duro de matar (1988) y Luz de luna (1985), y ponerlo en la ciencia ficción con Milla Jovovich y esos trajes de Gaultier, fue tan genial, quise replicarlo. Sabemos que la gente ama a Cate Blanchett con un bastón de director, pero yo quería verla con un lanzallamas y realmente lo hace aquí”, detalla.

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Ensamble de altura

Para lograr ese impacto, destaca los ingredientes que aporta el reparto, en donde combina experiencia con juventud, con actores como Cate Blanchett, Jack Black y Jamie Lee Curtis (de 55, 54 y 66 años respectivamente), que interactúan con un elenco más joven como Ariana Greenblatt o Florian Munteanu (16 y 33 años).

El reto, detalla el realizador estadounidense, fue sacar a los actores de su zona de confort, al meterlos a luchar contra cientos de dobles de riesgo en escena, lo que los llevó a querer protagonizar sus propias peleas.

“Llegó un momento en el que querían hacer sus propias acrobacias, Ariana me decía: ‘yo quiero caminar por una pared, siempre he querido hacer eso’, así que se lo concedimos. Fue genial ver a Jamie Lee y Kevin Hart juntos, fue este equilibrio realmente divertido y necesario. Son tan buenos dramáticamente, a veces sólo las iluminas bellamente y te haces a un lado”, apunta Roth.

El director espera que no sólo los fans del videojuego en América Latina queden satisfechos, sino los amantes del Sci-Fi clásico: “Pensé que si nunca has oído hablar de Borderlands o nunca has jugado el juego, vayas al cine, tengas una gran experiencia visual y te rías a carcajadas, e incluso tengas ganas de jugarlo sin importar tu edad”, agrega.

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