La Inteligencia Artificial (IA), que ha sido tema de debate de los sindicatos de escritores y actores en Hollywood, llega a México de la mano de dos apuestas: un documental que ha “revivido” a Pola Weiss, considerada la madre del videoarte nacional, y un cortometraje de ciencia ficción hecho totalmente con esa tecnología.
Este viernes en el Cine Lido, en el marco del festival DOCS MX, se presentará la película homónima de la artista, cuya obra llegó a Europa y que se suicidó hace 33 años, y es narrada por ella misma gracias a la IA.
Para lograrlo, detalla la realizadora Alejandra Arrieta, se utilizó un código libre o abierto gratuito que en su momento estaba disponible y que trabaja con diversos modelos como PM, DIO y Harvest, que permitieron duplicar la voz.
El resultado se mezcló con una voz en off de la propia directora, que originalmente acompañaría a la cinta, cuya investigación duró cinco años, pero que aquí sirvió como una especie de guía.
“Fueron tres semanas de trabajo. Primero fue ingestar los archivos de voz que tenemos de Pola, metimos como tres horas de entrevistas para que la IA pudiera procesar y analizar bien su voz, el tono, de cómo pronunciaba las vocales, las consonantes, las combinaciones”, detalla Arrieta.
“Había unas versiones que se escuchaba como robot, pero cuando llegamos a la de PM, todos nos dimos cuenta que era la voz de ella. Se te pone la piel chinita al oír lo que salió, te vuela la cabeza. El 80% de la narración está así, el resto son grabaciones reales de ella, pero no se nota tanto la diferencia”, comenta.
La película, que estará en competencia dentro de la sección México Ópera Prima, fue confeccionada a partir de videos tomados por la propia artista, videos caseros y archivo documental.
En corto
El cortometraje, en tanto, es dirigido por Lex Ortega (Animales humanos y México Bárbaro) y lleva por título autopsI.A, al cual ya esperan en festivales de Brasil, Perú y España, donde fue aceptado apenas esta semana.
El camino no ha sido fácil, pues en festivales tradicionales, explica, le han comentado que no puede ser considerado cine por estar con IA, mientras que en los certámenes tecnológicos lo consideran con narrativa normal, pues tienen preferencia por lo experimental.
La historia, de casi cuatro minutos de duración, sigue a un padre e hija cuyo picnic en el bosque se ve interrumpido por la llegada de un ovni y el secuestro de la pequeña. Ortega echó mano del programa Kaiber, el cual le permitía describir una escena y la IA entregarla ya en visual.
“Ponía, por ejemplo: hombre de 30 años con su hija en un bosque y daba algo, pero cuando al siguiente plano quería un close up, entonces la cara del papá ya era diferente. Lo que hice fue buscar características particulares, como ponerle bigote negro y así, y aunque quizás cambiara el tamaño, servía”, detalla.
“Pero contra lo que se cree, se requiere una parte humana para el final: yo era el que encuadraba, si decía que quería un ojo, me mandaba todo y yo debía recortar. Sí creo que la ventaja con esto fue que me dejaba ver cosas que no servían, por ejemplo, ponía personajes que luego no se entendían e iba eliminando”, destaca Ortega.
La conformación del proyecto le requirió de tres meses de trabajo, desde que investigó las herramientas que podían servirle, hasta la posproducción.
La conclusión
Ambos cineastas creen que la IA puede ser útil para el cine, pero como todo lo nuevo, debe tomarse con cuidado.
“Creo que en las instituciones con poder o con hegemonía, como queramos llamarles, hay una tendencia a eso y no tanto de la vida humana, hay que tenerle cuidado”, argumenta Arrieta, de Pola Weiss, que tendrá una función en Cineteca Nacional el día 29.
“No siento peligro, justo hablaba con Fabio Colonna (triunfador en Sitges 2021, con UNHEIMLICH) y me dijo que la había utilizado y entregado un guión muy básico. La parte humana debe estar”, expresa Ortega.