Fátima Bosch será la Miss Universo más recordada de la historia, al menos eso es lo que considera Genaro Palos, quien fue coach de pasarela de la tabasqueña previo a la gran final del certamen de belleza.

Tras su coronación, la de Teapa, así como toda la organización, han sido colocados en el centro de varios escándalos, entre ellos: reclamos de otras misses, renuncias e, incluso, señalamientos de fraude en la elección de las finalistas, hecho que el creativo considera normal, tratándose de una competencia de dimensiones internacionales.

“Toda la publicidad es buena, así que vamos a tener a Fátima como una reina recordada para toda la historia, tal vez la más controversial, pero eso está padrísimo porque tal vez hubiera ganado y tan tan, se hubiera acabado todo”, dice.

La polémica a la que Genaro se refiere, corresponde a lo dicho por Miss Noruega, Leonora Lysglimt-Rødland, respecto a que el top 15 se decidió desde días antes, o las declaraciones de Raúl Rocha señalando a Miss Costa de Marfil como inviable para ganar debido a su estatus migratorio.

Palos explica que para el primer punto los jueces califican desde el momento en que las competidoras llegan al lugar, mientras que para el segundo, se sabe que el certamen es, ante todo, una empresa que busca generar ganancias.

“Esto es una competencia que se hace desde 20 días antes de la final. O sea, todos los días se les está evaluando: el comportamiento, cómo actúan, cómo se desenvuelven con el equipo, hacen campañas, fotos, entonces ellos van perfilando a las favoritas, por eso se hace una concentración y la gente piensa que solamente ganas el día de la final, pero en un concurso en el que se evalúan muchas cosas más”, explica.

Una chica auténtica

Sea como sea, Genaro considera que la mexicana ganó su lugar y que las controversias son algo que siempre existirá.

“Miss Universo es una empresa que busca a su imagen y si Fátima era la que vendía más y la que convenció a la organización de que ella debía ser la nueva Miss Universo, está perfecto, lo decretó”.

Genaro asegura que la actitud que mostró Fátima al exhibir el maltrato que vivió por parte de Nawat Itsaragrisil, director de Miss Tailandia, no fue actuada, pues ella es una mujer muy firme en todos los aspectos, con una dualidad entre su bondad y no quedarse callada.

“Siempre les llevaba comida, detallitos a todos, hasta a las personas que estaban en la entrada”, dice.

“Es súper detallista, espontánea, siempre nos reíamos, es real como se mostró en Miss Universo, bailando, jugando, así es tal cual, y eso me encantó porque justo creo que respetó mucho cómo es, no estaba fingiendo ser alguien más. Muy clásica, muy delicada, pero con estos toques de mucha firmeza”.

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