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“Soy un Dios del Internet y levanto el rating a todos los programas que me invitan; me puedo dar el lujo de decir qué me gusta y qué no me gusta. Toda la vida me la he pasado dando lecciones de vida porque soy un aleccionador”, dice con ironía el Escorpión Dorado.
Lo hace con mucha seguridad, esa misma que le ha valido tener cerca de 10 millones de seguidores en YouTube, posicionándolo como uno de los influencers mexicanos más importantes, incluso por encima de los casi tres millones que tiene Alex Montiel, su creador, quien ha visto cómo lo supera en popularidad.
El enmascarado se ha hecho famoso por no tener filtros a la hora de hablar, opinar y preguntar, incluso frente a celebridades y políticos, a los que ha cuestionado en paseos sobre su auto, un ride que han tomado figuras como Gerard Piqué, Dakota Johnson y hasta Claudia Sheinbaum.
Su irreverencia le ha valido críticas, especialmente de quienes no comulgan con su manera de comunicar:
“Yo no tengo la responsabilidad de educar; la educación se recibe en la escuela y en la casa. Hay un montón de contenido basura y un montón chido, tanto en Internet como en televisión, entonces pues cada quien debe de encontrar la forma de curar ese contenido para elegir el que mejor se adapte a ti”, opina en entrevista.
En estos días, el alter ego de Montiel está grabando su primer programa como conductor en la televisión abierta mexicana, "El círculo del 1%", que se estrenará en junio próximo por Azteca Uno.
“Es un formato internacional, se ha hecho en varios países; esta es la primera vez que se hará en español”, detalla.
En cada uno de los 52 programas contemplados para esta temporada, 100 participantes pueden ganar 100 mil pesos contestando distintos tipos de preguntas de destreza.
“Es un formato muy noble y divertido que se puede adaptar a cualquier persona para que responda como concursante o incluso desde su casa, pero además no discrimina, no se trata tanto de la escolaridad que tengas”.
La tv se adapta
El Escorpión considera que esta invitación forma parte de la evolución de la tv, que va de la mano con la manera en que deben adaptarse los medios de comunicación a las distintas audiencias.
“Hemos tenido 20 años para familiarizarnos con el Internet; antes los adolescentes consumían YouTube, pero ahora todos, nuestra mamá, abuela, tía, la comadre, están metidos ahí. Hoy hay crossovers y a veces hacemos guiños para este lado (la tv)”.
Aunque algunos consideren que la televisión es sinónimo de censura, el Dios del Internet piensa que esta existe incluso de manera más aguda en la web: “Me he topado con muchas reglas en YouTube que son mucho más rigoristas; acá ahora tienes más libertad de hablar de algunos temas y demostrar algunas imágenes de forma legal y respetuosa. Internet de repente se convierte en una cuestión bien sesgada”.
Defiende la libertad
El Escorpión tiene sus propias reglas que lo autocensuran. Una de ellas es nunca atacar a los niños desde ninguna plataforma.
Otra, es comprender mejor la crítica de las generaciones más actuales, que algunos llaman con desprecio “de cristal”.
“Lo que me gusta de esta generación es que te han hecho consciente de revisar lo que creías saber para autoevaluar si lo que piensas es realmente lo correcto, porque por mucho tiempo dimos por entendidas cosas que hoy en perspectiva las recordamos y decimos, ‘cómo se atrevían a decir eso, a actuar de esta manera’”.
Al final, considera importante que las personas empaticen más sin importar la edad, una responsabilidad de convivencia social que no debería dejarse a un gobierno, sin importar el partido.
“Hemos escuchado siempre lo mismo desde nuestros abuelos, nuestros padres y hoy; hay mucho qué trabajar en la educación. El compromiso está en cada uno; la educación no nada más tiene que ver con la parte académica, sino con la parte ética en el seno de cada familia”.