La presión que sentíano era cosa menor: debía representar a uno de los grandes pioneros de la tv y máximos representantes de la cultura popular en Latinoamérica: Roberto Gómez Bolaños.

Pero “que no panda el cúnico”. Pablo activó sus antenitas de vinil para detectar sus miedos y enfrentar la responsabilidad en Sin querer queriendo, serie que se estrenará en la plataforma Max.

“(El personaje) Ya no me pesa tanto ahora, al principio sí, porque había una necesidad mía de hacerle justicia, sobre todo por lo espléndido que ha sido conmigo, pero hay veces que mis propias inseguridades me dicen, ‘aquí no fuiste lo suficientemente justo’ y eso me causa conflicto”, dice Cruz.

El actor, quien ha realizado trabajos como El sexo débil (2011), El hotel de los secretos (2016) y Papá a toda madre (2017), señala que si bien Chespirito marcó su infancia como la de muchas generaciones, fue hasta que comenzó a trabajar en esta serie, que comprendió el tamaño de la leyenda en la que se convirtió el comediante.

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“Desde la primera audición dimensioné el peso que representaba este personaje, específicamente porque a lo largo de las décadas lo que la gente ha hecho ha sido mitificar a Chespirito, a quién era como persona, cómo construía su genialidad, cómo conectaba con la gente, cuáles eran sus motivaciones personales, etcétera”.

Más que con su astucia, la forma en que el papel llegó a sus manos fue mística. Pablo explica que un par de días antes de recibir una llamada para invitarlo al casting, sintió una conexión y una energía especiales. Hizo la prueba y lo llamaron de nuevo, supo de inmediato que debía aprovechar esa conexión que, está seguro, tuvo con Roberto Gómez Bolaños.

“Estoy convencido de que me conecté con ese ser, con esa energía, y no estaba tan equivocado”.

Andrea Noli dará vida a Angelines Fernández, Doña Clotilde.
Juan Lecanda interpretará a Carlos Villagrán, alias Quico.
Arturo Barba se pone en la piel de Rubén Aguirre, Profesor Jirafales.
Karina Gidi como Elsa Bolaños, la mamá de Chespirito.
Paulina Dávila como Graciela Fernández, exesposa de Roberto.
Rodrigo Santos, uno de los directores de la serie.
Fotos: MAX
Andrea Noli dará vida a Angelines Fernández, Doña Clotilde. Juan Lecanda interpretará a Carlos Villagrán, alias Quico. Arturo Barba se pone en la piel de Rubén Aguirre, Profesor Jirafales. Karina Gidi como Elsa Bolaños, la mamá de Chespirito. Paulina Dávila como Graciela Fernández, exesposa de Roberto. Rodrigo Santos, uno de los directores de la serie. Fotos: MAX

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Ídolo de la comedia

"Chespirito: sin querer queriendo", la cual estrena el 5 de junio por Max y que consta de ocho capítulos, hará un recorrido por la vida de Chespirito, la cual abarca sus décadas de los años 50 a los 80.

En este tiempo, Roberto Gómez comenzó a estudiar una ingenería en la UNAM, la cual dejó para entrar al mundo de la publicidad y luego como guionista primero en películas de Viruta y Capulina, y luego en el Canal 8 de México.

La serie cuenta cómo el joven con un sueño logró hacerse de un lugar en la naciente industria de la televisión y quien, en la búsqueda por ser amado y reconocido, terminó por sacrificarlo todo.

“Es toda su vida, la cual él está contando, a mí me gusta pensar en esta producción como en un cuento basado en la biografía que Roberto escribió, es una fábula”.

Pablo lo define como un cuento amoroso, porque la serie no sólo se basa en la autobiografía de Chespirito, que lleva el mismo nombre; también viene de las experiencias de sus seres queridos, lo cual hace de esta serie un homenaje al escritor, actor y productor, fallecido el 28 de noviembre de 2014.

Se viene el estreno de "Chespirito: Sin querer queriendo", serie biográfica de Roberto Gómez Bolaños.
Se viene el estreno de "Chespirito: Sin querer queriendo", serie biográfica de Roberto Gómez Bolaños.

Pero el trabajo para darle vida a este personaje no fluyó tan fácil, Pablo comparte que en las primeras semanas de grabación sufrió una crisis creativa y no estaba imprimiendo las emociones adecuadas al famoso personaje.

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Esto, debido a la dinámica de trabajo que le exigía grabar muchas escenas por día, pero explica que trabajando con los directores (Rodrigo Santos, Julián de Tavira y David Ruiz “Leche”) comprendió algo de Chespirito que lo ayudó.

“Para él no había justificación para el trabajo del arte, porque pensaba que cuando se quiere hacer reír o conectar con alguien, lo menos importante son las circunstancias, es decir, tuvo un periodo para crear, lo aprovechó y no se estuvo quejando; eso lo tuve que aprender y dije, ‘a la chin… mi crisis, vamos a trabajar’”.

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