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Esta noche, durante el cierre del año musical del grupo Caifanes, el cantante recordó indignado los reportes periodísticos de que la Secretaría de la Defensa Nacional contrató el servicio de manejo de fauna nociva para las para las operaciones ferroviarias.
El domingo pasado EL UNIVERSAL reveló la existencia de un contrato en el que se establecen que en la contención de animales se puede sumar el sacrificio bajo la NOM-033-SAG/ ZOO-2014 que permite dar muerte garantizando buenos niveles de bienestar y con el propósito de disminuir al máximo el dolor, sufrimiento, ansiedad y estrés.
Sin ser específico, el documento estipula que invertebrados terrestres, anfibios, reptiles, aves y mamíferos grandes como el jaguar, el tapir y el venado son considerados como “nocivos” para la operatividad en estaciones, vías y áreas cercanas.
“Están contratando gente para matar a la fauna porque les estorba, que no mam….”, exclamó Saúl, ante un Palacio de los Deportes que albergó a 16 mil personas.
“Cómo que les estorban, si lo están haciendo que ching… a su mad… que no mam…”, reiteró entre aplausos.
No fue necesario apagar las luces del Palacio de los Deportes para darle la bienvenida a Caifanes
Ataviado con chamarra negra y tocando una guitarra roja, Saúl apareció solitario sobre el escenario para interpretar “Miedo” que levantó de inmediato el alarido del público.
Dejó que el público cantara solo algunos de los versos, mientras que un dron sobrevolaba las primeras filas y los brazos se alzaban con celular encendido.
“Desaparecer a un estudiante es desaparecer tu futuro”, fue la frase que se vio minutos después en las tres pantallas frontales, en una fotografía en que unos jóvenes levantan una pancarta con el mensaje.
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La imagen, acompañada por videos estudiantiles de 1968, sirvió de contexto para “Antes de que nos olviden”, ya con Alejandro Herrera y Alfonso André en sus instrumentos
“Cerramos un año poderoso, un año que hicimos juntos; gracias a ustedes este sueño sigue vivo, sigue poderoso y falta mucho para que termine”, dijo Saúl en su primera interacción verbal.
En las primera filas estaban representadas todas las clases sociales mexicanas. Estaba el chavo tatuado, con su playera recién comprada en los puestos callejeros a 100 pesos; la madre roquera con su pequeño hijo con playera del Cruz Azul y el grupo de jóvenes fresas, sacando la abultada cartera para pedir cervezas y mezcales.
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“¿Dónde está Marcovich (Alejandro, ex integrante)?” gritó uno de estos últimos jóvenes güeros, bien peinados, que libremente se cambiaban de fila sin que seguridad del concierto les dijera algo, hasta que alguien se quejó.
Justo antes de ese grito, que sus amigos celebraron a carcajadas, Saúl había vislumbrado un México distinto al de hoy.
“Que viva México sin feminicidios, sin asesinatos, sin desapariciones, con trabajo, ahí sí que viva México”, exclamó el cantante.
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Después se dio la banda un respiro y tras un mensaje en favor de las mujeres, se dio paso a la proyección del video “Canción sin miedo” de Vivir Quintana, cuya letra es un reclamo por la violencia que vive toda mujer en México, pero también de la unión entre ellas.
La velada contó con éxitos de la banda como “Para que no digas que no pienso en ti” y “Detrás de ti”, que cantaron con Cecilia Toussaint; “No dejes que”, con Zoey, hija de Saúl; “Los dioses ocultos”, “Nubes”, “Mátenme porque me muero”, “La celula que explota” y “La negra Tomasa.