
En "Quinceañera", Sebastián Ligarde, de entonces 32 años, y la joven Nailea Norvind, de 17, desarrollaron un vínculo cercano marcado por consejos de actuación, respeto mutuo y hasta un cariño paternal del actor hacia la actriz. Sin embargo, ese afecto quedaba en ocasiones eclipsado por la intensidad de los villanos que ambos interpretaban en la pantalla chica.
La telenovela, estrenada hace 38 años, se convirtió en un fenómeno por abordar temas poco comunes en su época: violencia de género, problemas de drogas, aborto y embarazos adolescentes. En la historia, Nailea daba vida a “Leonor” y Sebastián a “Memo”, mientras que Adela Noriega, Thalía, Ernesto Laguardia y Rafael Rojas encabezaban el elenco principal.
Uno de los momentos más impactantes de la trama fue la violación de “Leonor” a manos de “Memo”, hecho que terminaría con él en la cárcel. En la última escena juntos, las emociones se desbordaron más allá del guion.

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La tensa escena entre Sebastián y Nailea
En entrevista con Matilde Obregón, Ligarde recordó con cierta vergüenza cómo durante la grabación Nailea, como Leonor, comenzó a burlarse de su personaje, que debía aparecer con el rostro hinchado tras una golpiza que le daba “Pancho” (Ernesto Laguardia).
“Hay que tener mucho cuidado cuando uno está actuando porque hay momentos donde el cuerpo se lo cree y entonces ya no es mentira”, dijo Sebastián.
El famoso continuó contando que tras la burla, reaccionó con un inesperado “Cállate la boca, desgraciada”. Nailea respondió escupiéndole en el ojo, lo que detonó que él le diera una fuerte cachetada real. La actriz cree que su reacción no estaba en el libreto, sino que fue completamente espontánea.
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“Seguimos la escena y ella me seguía hablando, pero ya tenía los dientes llenos de sangre. Te rompí el labio por dentro y estabas enojadísima, pero con los dientes rojos”, contó Ligarde.
El impacto de la escena fue tal que el director Pedro Damián interrumpió molesto con un grito: “¡Cooorte, pero qué les pasa!”.
Esa noche, Sebastián confesó que no pudo dormir. Tras la tensión, abrazó a Nailea y le aconsejó nunca salirse del libreto: “porque puedes disparar una reacción muy fuerte”.
Nailea, una actriz “entrona”
Por su parte, Norvind reflexionó que en aquella época se actuaba con mayor ímpetu e impulsividad debido a la juventud, pero aclaró que nunca se ha considerado una artista frágil.
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“Yo soy (entrona), soy capaz de sacrificar mucho de mí, físico y todo, en pro de la creación”, aseguró.
También señaló que le incomodan los actores que se niegan a realizar ciertas escenas bajo condiciones específicas, pues considera que cada experiencia aporta al crecimiento profesional.
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