Bruno Bichir vuelve a su época de “Cabaret”

Era 1967. En el Teatro del Bosque se presentaba la obra "¡Paren el mundo, quiero bajarme!", en cuyo escenario la actriz Maricruz Nájera realizaba su trabajo acompañada de su hijo menor, Bruno Bichir, quien se encontraba en su vientre; posiblemente desde ese momento ya amaba el teatro y la comedia musical.

“Siempre he amado la comedia musical, desde que tengo uso de razón. Mi mamá cantaba desde los 17 años en la radio de Torreón, entonces a lo mejor de ahí viene el gusto musical”, recordó Bruno.

Si bien ha hecho una sólida carrera de 48 años en el cine y la televisión, es en las tablas donde Bruno se ha probado como actor y también donde le han dicho que no, al menos para hacer lo que su alma le pedía, musicales, ya que en su haber tiene grandes obras como "El vestidor", "Nadando con tiburones", "El último preso", "Extras" y "Oleanna", por mencionar algunos.

“Por más que lo intenté cuando era un joven actor buscando oportunidades, y por más que tomaba clases de una y otra disciplina, no daba el ancho en los musicales, veía muy lejana la posibilidad”.

Pero en 2005 el productor Claudio Carrera le dio un voto de confianza, y lo eligió para encarnar a Emcee, el lascivo y extravagante maestro de ceremonias del Kit Kat Club, del musical Cabaret.

“Yo creo que algo hice bien, porque yo entré supliendo a Luis Roberto Guzmán, que lo hacía divinamente bien; ahora que regreso y me dicen que en esa primera temporada dimos más de 500 funciones, no lo puedo creer”.

Bruno recordó que fue un domingo y de la nada se quedó afónico, pero trató de dar la función; en la última canción, un compañero tuvo que cantar y él sólo hizo lip sync (sincronizar sus labios).

“Pasaron 20 años y yo pienso ¿tan mal lo habré hecho que ya nunca más volví hacer comedia musical y tanto que la amo?”

Foto: Cortesía.

Cuando al fin Claudio Carrera y Tina Galindo anunciaron audiciones para una nueva reposición de Cabaret el año pasado, la esperanza volvió a Bruno, quien aceptó que se portó tímido a la hora de levantar la mano para pedir una nueva oportunidad, aunque sí lo llamaron para otro proyecto pero al externar que él quería volver al musical, le dijeron que iban a tomar otra ruta con Emcee, con Irene Azuela.

“Entonces empieza a rotar el elenco, regresa Itatí Cantoral y Kika Edgar (con quienes coincidió hace 20 años en el musical), y que recibo la llamada donde me decía Claudio ‘¿cómo ves si le entras otra vez?’, así que vuelvo a tener este regalo del universo, de Dios, y de Claudio, y estoy profundamente agradecido”.

Por eso, no le importa llegar desde las tres de la tarde al Teatro de los Insurgentes para repasar, si tiene que hacerlo, sus números.

“Ahora soy mejor persona, y quiero pensar que soy mejor actor, que tengo más herramientas, y todo eso me lleva a darle otra revisada de madurez, y que bendición que a Claudio no le dio miedo llamar a este casi sesentón (tiene 57 años) para hacer esto”.

Pero Bruno no confía en su experiencia o su conocimiento previo del personaje, y explicó que sigue trabajando con él, explorando y trayendo cosas que hace dos décadas quedaron en el tintero.

Este domingo Cabaret celebrará una año de temporada, y es el debut oficial de Bruno Bichir como Emcee y de Lisset como Sally Bowles, la estrella del Kit Kat Club, lo que tiene feliz y emocionado al actor, porque sabe que estarán quienes lo vieron en 2005, pero también nuevas generaciones que tal vez lo verán por primera vez en escena.

“Lo celebro, me gusta hablar de mí hace 20 años, porque hay muchas cosas muy hermosas que pasaron en medio Fue un regalo de Dios”, finalizó Bichir.