Con la muerte de su lado izquierdo, La Maldita Vecindad y Los Hijos del Quinto Patio repasa sus canciones, deja escuchar uno a uno cada instrumento y se entrega como si tuviera enfrente a una multitud y, mejor aún, como si fuera el último concierto de su vida.
Pero no hay nadie más que los músicos y su banda. Es el ensayo previo a su celebración del Día de Muertos en el escenario del Velódromo Olímpico, donde se presentaron ayer.
Como relata Rolando Ortega Roco, vocalista, los rockeros viven con la muerte a su lado izquierdo, conscientes de que cualquier momento puede ser el último.
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“Así lo describen nuestros ancestros, dicen que la muerte es la mejor consejera, que era importante consultarla antes de tomar cualquier decisión. Consultarla es darnos cuenta de que no tenemos la vida asegurada, es valorar lo que tenemos, valorar cualquier momento, cada plática, porque no sabes cuándo va ser la última vez que veas a alguien”, describe el músico, quien lleva en su pecho un collar de ámbar y fuma tabaco natural.
Convivir con la muerte y celebrar el Día de Muertos es algo que La Maldita Vecindad ha hecho siempre, desde su primer concierto para conmemorar a los difuntos de 1985, posterior al terremoto del 19 de septiembre, hasta el fallecimiento en 2021 de su amigo y colega, Eulalio Cervantes, Sax.
Su cosmovisión basada en las culturas mesoamericanas les ha ayudado a superar la pérdida del miembro fundador de la banda y a difundir las tradiciones mexicanas, tal y como en su festival, Día de Muertos en la Vecindad.
“Sax está más vivo que nunca con todo el cariño de la gente. Cada vez que tocamos las canciones ahí está (Sax). Cada vez que cantamos, el público celebra y nosotros nos sentimos vivos, como cuando tocamos en el Zócalo, por ejemplo.
“La vida no se acaba con la muerte, la vida es lo que compartimos de amor, eso es lo que permanece. Todo el amor que compartió Sax en las canciones es eso que la gente sigue escuchando, amando, eso es seguir vivo. Cada vez que alguien te recuerda con cariño es estar vivo”, agrega Roco.
Durante su prueba de sonido ayer, horas antes de su gran concierto por el Día de Muertes, en el que sonaron canciones como “Chacahua”, “Solín” y “Don palabras”, la banda parece recordar y conectar con Eulalio a través de cada intrépido solo de saxofón.
Festejan la vida y la muerte, festejan que están a nada de hacer realidad lo que ellos describen como un nuevo espacio cultural, un festival con distintos tipos de bandas, algo que también era un objetivo compartido con Sax.
“Venimos soñando este proyecto desde hace un tiempo, las otras ediciones hicimos crecer poco a poco el concepto integrando a nuestros amigos; sentimos que en esta pusimos todo lo que habíamos soñado: hacer una gran celebración de nuestra herencia ancestral y popular. Creemos que es una educación espiritual muy importante en estos tiempos de tanto materialismo”, destaca el cantante.
Roco considera que nos estamos pasando de un mundo materialista a un mundo de conexión con el espíritu, y el Día de Muertos es un gran legado para ello.
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Defienden sus raíces
La posición de la Maldita Vecindad, aclara Roco, no es despreciar al Halloween ni hacerlo a un lado, sino rescatar la concepción del mundo de los mexicas y abrir un panorama de una educación que él ve más occidentalizado y fijado en los conocimientos europeos.
“El Halloween tiene su historia, viene de las celebraciones paganas europeas y tiene que ver con los sabbats, los ciclos de luna y la magia. Qué bueno que tengan esa tradición pero creo que nosotros como mexicanos y como Latinoamérica tenemos algo que debemos aprovechar. Somos descendientes de una de las cinco civilizaciones originarias del mundo como la India, China... aquí era Mesoamérica, es algo que podemos ofrecer al mundo como nadie más puede”, destaca Roco.
Otras bandas que se presentaron ayer en el cartel, fueron Sonora Propaganda, Los Cogelones, Sekta Core, Lost Acapulco, Gambeat, Son Rompe Pera y Save Ferris, entre otras, los cuales se sumaron a su cosmovisión por este festejo en torno al Día de Muertos.
“Nos enseñaron a negar lo que era nuestra cultura y aspirar a ser como los gringos, los europeos... todo ello nos ha dado aliento poder compartir nuestra cultura”.
Uno con la muerte
Como Sax, a quien Roco considera se sentía listo para partir, asegura que él tampoco tiene miedo de morir, ya que su educación ha estado estrechamente relacionada el Día de Muertos.
Recuerda cuando en casa su madre y abuela ponían la ofrenda, además de la influencia que tuvo sobre él su abuelo, quien era músico, y su tío, quien fundó el Partido Anarquista de México.
No conoció a ninguno en vida, pero su legado sigue presente en él, por lo que confía en que cuando él parta, su recuerdo vivirá de la misma forma.
“Me siento feliz, me siento listo, porque me siento pleno cada momento con lo que hago, eso me hace reflexionar en que la muerte es una hermosa madre también, por eso nuestros antepasados la veían como parte de la vida. La muerte nos cuida cuando nacemos, nos prepara hasta que llega nuestro momento, y ahí es cuando nos lleva a la otra vida.
“¡Qué diferente visión a como nos la han enseñado! A tenerle miedo, a pensar: ‘¡qué horrible! ¿Qué voy a hacer? Todos vamos a morir, el chiste es qué tan listos estamos, cómo lo vemos. Eso ayuda a valorar la vida”.