
Los Ángeles.— Las persecuciones en auto de la era de los años 70 en cine y televisión están en Duster, serie que concluyó ayer su primera temporada en Max con el sello creativo de su productor y co-creador J.J. Abrams.
LaToya Morgan, productora de la serie, comenta que desde el inicio, J.J. Abrams ( responsable de clásicos de la pantalla chica como Alias, Felicity y Lost) tenía una clara visión de lo que quería fuera Duster.
“Un día me marcó por teléfono y me dijo: ‘necesitamos a un hombre hot, un auto hot, persecuciones en el desierto de Arizona en los años 70’, a lo cual reaccioné que era una gran idea. ¿Y quién mejor que interpretar a este tipo sexy que Josh Holloway?”, relata.
En Duster, Holloway interpreta a Jim Ellis, un cazarrecompensas que en 1972 sirve de chofer a una familia de mafiosos en un poblado de Arizona. Tras ser descubierto por la agente novata del FBI, Nina Hayes (Rachel Hilson), el protagonista debe aceptar volverse un soplón para ella, con el riesgo de ser sentenciado a la cárcel y perder la admiración de su única hija.
“Siempre será tiempo para ser el chico malo de la historia”, comparte Holloway a EL UNIVERSAL con su sonrisa emblemática y cabellera rubia hasta el hombro.
A sus 55 años, Josh saltó con gusto tras el volante de su auto modelo 1970 Plymouth Duster 340.
Muy en la tradición de series como Los Dukes de Hazard (1979-1985) en que el Dodge Charger modelo 1969 era la co-estrella del programa con sus saltos emblemáticos entre rampas de tierra, árboles y ríos, Duster tiene al personaje de Holloway en la serie de ocho episodios librando persecuciones de la mafia y la policía, siempre saliendo avante gracias a su pericia tras el volante.
“Tenían cuatro autos Duster en la serie y tuve que aprender a pilotearlos cada uno por sus distintas características para hacer saltos, trompos, derrapones y maniobras a alta velocidad. Aunque tuvimos un excelente equipo de dobles de acción, sí me enseñaron a hacer algunas secuencias de riesgo con el auto. No es tan fácil de manejar como los coches de hoy en día”, dice el actor.
La era de los 70 es parte palpable de Duster revelándose entre el vestuario, la música, los peinados y hasta el tapiz de las paredes.
Holloway y sus compañeros de reparto coinciden que parte del disfrute de las grabaciones fue regresar a un tiempo donde no había teléfonos celulares.
“Los 70 eran tiempos distintos. De niños salíamos de casa y no teníamos a papás que nos estuvieran supervisando dónde estábamos y con quién. Éramos ‘libres como el viento’. También es cierto que éramos un tercio de la población que ahora tenemos en la tierra. Aunque de niño te ponían camisa ajustada para ir a misa, los adultos comenzaron a expresarse libremente con su elección de ropa. Cada quien abrazaba su sexualidad y lo expresaba en moda, música, peinados… arte”, considera Holloway.