"Abelito" será Memín Pinguín, producirá la serie Juan Osorio

No se trata de Gabriel Soto, ni de Andrés Palacios, tampoco de David Zepeda, Juan Osorio ha puesto los ojos nada más y nada menos que en… Abel Saénz, mejor conocido, gracias a su participación en el reality "La Casa de los Famosos México", como "Abelito".

Osorio dijo que "Abelito" sería el talento ideal para protagonizar la versión televisiva de Memín Pinguín, el productor habló de que piensa en mandarle a hacer unos zapatos especiales y que se le diseñaría una corbata distintiva, única, que el personaje usaría permanentemente como parte de su imagen. Osorio prometió que "Abelito" será un hitazo.

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Alejandro Landeros, aquel actor que en los 80 y 90 fue rostro habitual en telenovelas como “Rosa Salvaje”. Su carrera se apagó de golpe cuando un veto, asegura, presuntamente ordenado por Valentín Pimstein, lo sacó de Televisa justo después de que Ernesto Alonso ya lo había confirmado para un nuevo proyecto.

“Le dijo a su secretaria: ‘háblale a contratos para preparar el contrato de Alejandro’”, nos contó. “Pero al poco rato regresó ella, pálida, diciendo: ‘no puede trabajar, está vetado’”, recordó el actor.

Décadas después, el nombre de Landeros volvió a los titulares, esta vez por videos en los que aparece viviendo en las calles de la colonia Condesa, acompañado de un perro y cuatro gatos. Él mismo aclaró que no se considera en situación de calle, sino en una pausa “fuera del sistema”. Eso sí, con la misma dignidad con la que alguna vez caminó por los foros.

El actor se hizo tendencia por vivir en la calle con sus mascotas. Foto: Alejandro Landero

José Madero ya aprendió la coreografía digital: cuando te acusan de “odiar a tus fans”, la única salida es pedir perdón antes del trending topic.

Durante una conferencia en el Gran Hotel de México, el denominado por sus fans “Pastor del Rock” se adelantó: “Si alguien se sintió mal porque no lo saludé, lo lamento. Había un desmadre y no podía detenerme.

”El gesto fue leído como humildad preventiva. Y es que Pepe sabe que basta una foto mal tomada o un gesto distraído para que los haters hagan fiesta. Esta vez se blindó con elegancia. Antes de que digan que es “sangrón”, ya pidió disculpas. Una estrategia digna del Manual de Supervivencia en Redes Vol. 2.