Madrid.— Para contar la historia de Berlín, uno de los personajes más destacados salidos de La casa de papel, los creadores Esther Martínez Lobato y Álex Pina querían huir de la intensidad que significó la serie española sobre el atraco a la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre.

El contexto político y social mundial que se vive hoy también fue un punto determinante.

“No queríamos entrar en una historia oscura con altos niveles de violencia, veníamos ya agotados de esa claustrofobia, de ese estar en tensión”, cuenta Esther a EL UNIVERSAL desde el Hotel Santo Mauro, en el corazón del centro madrileño.

“También era un momento complicado con la guerra de Ucrania y sentíamos que cuando uno se sienta a ver la tele todas las entradas son muy dramáticas, así que de alguna manera necesitábamos recordar que el ser humano es belleza también, tiene capacidad de amar y hay otras historias que contar sobre el mundo”, añade.

Es así que Berlín, que desde hoy puede verse por la plataforma Netflix, es definida por Martínez como una historia amable y confortable para que pueda verse en familia y no excluye a ningún espectador.

Para Pedro Alonso, quien interpreta al personaje que da nombre al show, significó regresar a un rol al que ha dado vida en más de 30 episodios en la serie original, más ocho en esta nueva producción.

Sobre cómo fue volver al personaje con el que tuvo que convivir durante los nueve meses que duró el rodaje de esta primera temporada, el actor explica:

“El primer sondeo de hacer esto me lo hicieron hace mucho tiempo y la pandemia lo paralizó. Cuando por fin se confirmó que lo íbamos a hacer empecé de cero a construir el personaje”, relata.

“En este caso la gran decisión fue si íbamos a volver a la misma beta con él o tomaríamos una nueva dirección. Ahí estaba el peligro y lo cierto es que nos dio cierto vértigo que no se desnaturalizase el rol pero entendimos que lo que sucede es que está en una galaxia completamente diferente. Pienso que la magia ha vuelto a aparecer y no deja de sorprenderme, aunque desde un lugar muy distinto”.

Un Berlín muy mexicano

Contrario a la serie original, en este spin-off y precuela el principal pivote gira en torno al amor y el que la musa del genio de los robos fuera mexicana (Camille, interpretada por Samantha Siqueiros) es algo que no estaba planeado.

Según relata Esther Martínez Lobato, Siqueiros fue la última persona en incorporarse al casting después de haber buscado a la actriz para interpretar a Camille en Francia, Italia, Colombia, España y Argentina. Además, como una de las cualidades del personaje era que debía cantar, la producción le envió a la actriz una guitarra para que ensayara una canción para su prueba final.

“Para ella estar en Berlín significaba subirse a un torpedo increíble y creo que ha sostenido la energía del convoy con mucha clase, con mucha madera e hizo un trabajo maravilloso. Los mexicanos están tocados por la gracia”, reconoce Pedro Alonso.

El actor nacido en Galicia confiesa que llevaba tiempo queriendo hacer una comedia romántica, sueño que finalmente se cumplió gracias a la serie Berlín.

“Claro que la comedia romántica mezclada en un personaje como Berlín… (risas) No sé si podemos llamarla exactamente comedia romántica.

“Habrá opiniones al respecto, pero lo que sí puedo decir es que con esa clave energética me la he pasado bomba”, subraya.

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