Este domingo se celebrará la elección de uno de los procesos electorales más violentos de la historia de México, con un total de 321 casos de agresiones a aspirantes y personas relacionadas con los comicios, contando desde el 4 de junio de 2023 hasta el 31 de mayo del 2024, de acuerdo con el reporte de Laboratorio Electoral.
Dichas agresiones van desde amenazas, atentados, secuestros y homicidios. En total, 94 personas fueron asesinadas, de las cuales 37 eran aspirantes o candidatos de algún cargo de elección popular. Además de 17 secuestros, 77 atentados y 131 casos de amenazas.
David Saucedo, especialista en seguridad pública nacional, advirtió que en México estamos en una espiral de violencia política que seguirá en la etapa de transición de autoridades electas y posterior a su toma de posesión; también alertó sobre la posibilidad de que el crimen pueda intervenir este día.
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Hoy, se llevarán a cabo elecciones federales, además de los respectivos procesos electorales de las 32 entidades federativas. Estados como Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz y Yucatán renovarán a su gobernador.
Violencia electoral
El especialista en seguridad pública nacional, David Saucedo, señaló que en el actual proceso electoral aumentó el financiamiento negro para proyectos políticos afines a los intereses criminales, y la violencia contra candidatas y candidatos con objetivos contrarios.
Advirtió que en México estamos en una espiral de violencia política que seguirá en la etapa de transición de autoridades electas y posterior a su toma de posesión; también alertó sobre la posibilidad de que el crimen pueda intervenir este día.
“La nota más importante de este proceso electoral en materia de seguridad es el incremento de la narcopolítica en México, que es algo que se veía venir”, aseveró.
Las autoridades electorales dijeron en muchas ocasiones que iban a blindar el proceso electoral de esas prácticas, pero no hubo ninguna medida concreta, y el tema quedó en una posición declarativa, reprochó.
“Nuevamente en el proceso electoral rompieron la métrica de candidatos que fueron blanco de ataques del crimen organizado: en los últimos días estuvimos viendo que hubo eventos en Chiapas en contra de candidatos”.
Ante los hechos que han manchado de sangre la contienda, expuso que el narco lo que busca es infiltrarse en las elecciones, hacer que sus candidatos ganen y de esa manera expandirse territorialmente. En ese contexto, se incrementó la presencia de grupos del narco realizando este tipo de tácticas en entidades en las que no había pasado.
Dinero del crimen
El analista y consultor en seguridad advirtió que detrás de los homicidios está el financiamiento negro, el dinero del crimen organizado para proyectos políticos; aunque quizá lo más mediático, lo de mayor impacto sea en el atentado directo en contra de candidatos y la pérdida de vidas.
Además, esa cifra de homicidios oculta las asociaciones reales en donde sí hubo una sinergia entre crimen organizado y partidos políticos y candidatos, puntualizó.
Saucedo indicó que el asesinato político se da en los casos en los que hubo un desacuerdo o una desavenencia entre la delincuencia organizada y algún candidato o partido.
Entre las entidades con políticos privados de la vida citó Michoacán, Guanajuato —con el asesinato de Gisela Gaytán, candidata de Morena a la alcaldía de Celaya—, Chiapas, que se desbordó con los atentados de las últimas semanas, el Estado de México, Guerrero y Oaxaca.
La estadística reciente muestra ataques en contra de candidatos del PRI, del PAN, del PRD, de Morena, sin distingo, y parecía que había más ataques hacia candidaturas morenistas. Nuevamente se presentaron en estados y municipios donde hay guerras de cárteles, y ahora también en otras entidades.
Explicó que la cartografía de guerra de cárteles determina la violencia. “La presencia de dos, tres y hasta más cárteles disputándose un territorio, es lo que genera los ataques a los candidatos, cuando hay un dominio político o de un grupo de narcotráfico de alguna región pareciera que no hay atentados, pareciera que todo se arregla bajo la mesa o sobre la mesa”.
El narco no es un buen perdedor
El consultor y analista indicó que los grupos del narco hicieron apuestas financiando candidatos y apoyando proyectos políticos en distintos estados.
“El narco no es buen perdedor, los narcotraficantes, si sus candidatos pierden me da la impresión de que van a tomar represalias en contra de los candidatos electos, ya sea porque no se replegaron o no acataron sus directrices o porque se asociaron con otros grupos de narcos”, añadió.
Saucedo planteó dos escenarios para este día de elecciones, uno donde el narco moviliza y se encarga de tener el proceso en paz y otros en donde el narcotráfico genera eventos de alto impacto en una campaña de miedo, para inhibir la participación electoral. “Es difícil saber qué estarán pensando los cuarteles generales de los grupos del narco”.
En algunas entidades pareciera que va a movilizar su base social de apoyo como ocurrió en las elecciones pasadas en Michoacán, en otras entidades pareciera que lo que buscarán es la campaña de miedo, para que los votantes se replieguen y no salgan a votar, para facilitar que las estructuras de movilización del narco les den el triunfo a sus candidatos.
El analista detalló que el asesinato de candidatos y la participación del narco en las elecciones, tiene que ver con la expansión territorial de los cárteles. Ellos, añadió, tienen tres modalidades de expansión: la vía armada, es decir el combate en contra de otros grupos mediante el exterminio de sus redes del narcomenudeo, de halconeo; la destrucción de sus anillos de protección policial mediante el asesinato de policías.
Otra modalidad es la asociación y la sinergia, las franquicias, es decir, que los cárteles grandes del narcotráfico llegan a un territorio, hacen acuerdos o asociaciones con las mafias locales y se establecen. “Digamos que la negociación es en actos criminales para dominar territorios”.
Y la tercera es la expansión territorial mediante la participación política, es decir, ganar financiando un candidato, un partido, para que el candidato ya siendo alcalde o gobernador se convierta en el protector de los intereses criminales.
Esos acuerdos no son exclusivos a los municipios. Muchos gobernadores, en su momento tuvieron contacto con los grupos criminales, como los casos de San Luis Potosí, quizá Guerrero, Morelos, que intentaron una narco negociación para la pacificación de sus respectivas entidades; Zacatecas también lo hizo, pero al final no funcionó, sub- rayó el especialista.