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Ecatepec, Méx.-La próxima semana se cumplirá el plazo para el cierre de la investigación que estableció una juez del Poder Judicial del Estado de México en el proceso que enfrenta Sergio “N”, expolicía de la Ciudad de México, quien arrojó a perro a un cazo que hervía con aceite, lo que le costó la vida después de varias horas de agonía.
El imputado fue vinculado a proceso el 31 de mayo pasado por el delito de maltrato animal en agravio al trato digno y respeto a su vida e integridad física.
El exmiembro de la Secretaría de Seguridad Ciudadana capitalina se encuentra recluido en el penal de Chiconautla, ubicado en Ecatepec, pues la impartidora de justicia consideró durante la audiencia de ese día que es un peligro para la sociedad y para los animales.
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La juez fijó un mes como plazo para el cierre de la investigación complementaria, el cual se cumplirá esta semana.
El 31 de mayo pasado se realizó la audiencia de formulación de imputación en contra de Sergio, de 30 años de edad, quien tenía su domicilio en San Pablo Tecalco, municipio de Tecámac, donde ocurrieron los hechos que fueron grabados por una cámara de seguridad y que se difundieron después en las redes sociales, causando la indignación de la sociedad.
Carnicero presuntamente molestaba a esposa de Sergio “N”, revelan
En la diligencia que duró casi tres horas, se expuso que Sergio “N”, el domingo en la mañana entró a la carnicería con razón social “Chucky”, localizada en la calle Benito Juárez, en San Pablo Tecalco, para reclamarle a Óscar, el encargado del negocio, por qué molestaba a su esposa.
“Por qué andas molestando a mi vieja, ahora sí te vas a morir hijo de tu pinche madre”, le gritó y amenazó con una pistola que llevaba consigo.
Luego tomó un cuchillo que utilizan para cortar la carne y también le advirtió que le quitaría la vida por su osadía.
Óscar le dijo que se calmara a Sergio, quien aparentemente estaba alcoholizado y que se fuera de su local.
Al salir del establecimiento Sergio tomó entre sus manos a un perro color negro con beige que estaba en la vía pública frente a la carnicería y lo arrojó al cazo que hervía con manteca, donde preparan el chicharrón y luego se fue en su vehículo marca Volkswagen, tipo Pointer, color blanco.
El perro, de entre seis a ocho meses de edad, lo sacaron del recipiente y lo fueron a abandonar a un lote baldío atrás de la carnicería, donde tuvo una larga agonía y luego murió.
Scooby muere por un paro cardiorrespiratorio
Integrantes de la protectora de animales Peludos Desamparados, fueron notificados por uno de sus seguidores en redes sociales de lo que había ocurrido y llegaron al sitio para brindarle ayuda.
La necropsia determinó que el can, quien era llamado Scooby, tenía quemaduras en varias partes del cuerpo y la causa de su muerte fue por un paro cardiorrespiratorio.
La agente del Ministerio Público le pidió a la jueza la vinculación a proceso del imputado porque argumentó que existían los datos de prueba para demostrar la responsabilidad de Sergio “N” en el delito de maltrato animal.
La impartidora de justicia le preguntó al acusado si estaba de acuerdo en que se resolviera su situación jurídica en esa audiencia o solicitaba que se ampliara el plazo a 72 horas, pero Sergio y abogado autorizaron que se decidiera este miércoles.
Fue entonces que la jueza, al analizar las pruebas aportadas por la Fiscalía General de Justicia del Estado de México, determinó su vinculación a proceso porque expuso que había argumentos para demostrar su presunta responsabilidad en la muerte de un ser vivo, el cual tuvo una larga agonía, por lo que explicó que tuvo una conducta antijuridica.
La juez expuso que Sergio no actuó en legítima defensa porque no estuvo en riesgo de ser atacado por el perro, por lo que no se justifica su actuación al aventar al can al cazo de manteca hirviendo, lo que le ocasionó la muerte horas después.
Sergio no merece ninguna consideración, señala jueza
El agente del Ministerio Público pidió a la juez la medida cautelar de prisión justificada porque si salía de la cárcel podría hacerle daño a Óscar, el testigo de los hechos y con el que tuvo el altercado.
Además de que podría huir de la acción de la justicia otra vez, como sucedió después de los hechos del domingo que se refugió en un domicilio de la colonia Culhuacán, en la alcaldía de Coyoacán, en la Ciudad de México, donde fue detenido el 30 de mayo.
La jueza expresó que Sergio no merecía ninguna consideración por lo que hizo.
“Qué mínima intervención se le puede dar a un tipo que arroja a un perro a un cazo con manteca hirviendo”, dijo.
Y decidió imponerle la prisión preventiva justificada mientas dura el proceso porque Sergio representa un peligro para la sociedad y para los animales.
Sergio “N”, quien vestía una playera blanca y pantalón de mezclilla azul, bajó la mirada y lloró al escuchar la decisión de la juez.