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Toluca, Méx.— El gobierno del Estado de México alista una política de basura cero, a través de un esquema de economía circular y el establecimiento de una compensación para la disposición final de los residuos que llegan de otras entidades federativas, será mediante centros de compostaje regionales, pensados en beneficio directo para los municipios, sitios que van a operar con cuotas mínimas de recuperación, abono que se va a regresar a los espacios verdes del estado.
De acuerdo con el Plan de Desarrollo 2023-2029, en la estrategia 2.6.1.2 queda estipulado que el objetivo es “impulsar un acuerdo compensatorio relativo a residuos originados en otras entidades federativas, a fin de fortalecer los recursos disponibles para la creación, mejoramiento y mantenimiento de la infraestructura urbana y de disposición final necesaria”.
Por su parte, la secretaria del Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible, Alhely Rubio Arronis, indicó que han estado trabajando con el Gobierno de la Ciudad de México, “muy hermanados” por el volumen de residuos que recibe la entidad provenientes de la capital del país, por lo que ya se firmó un convenio de colaboración para que el gobierno mexiquense determine a qué rellenos sanitarios se va a disponer la basura que envían.
Destacó que actualmente ya existe un cobro, pero es de la empresa privada que administra los rellenos sanitarios, no es recurso que ingresa al estado; sin embargo, “lo que queremos es una política de basura cero, al gobierno estatal le interesa que dejemos de ser un basurero y que se puedan regular —junto con los municipios— todos los tiraderos a cielo abierto que tanto afectan el suelo” y que podrían ascender a 375.
Al cuestionarle si van a imponer a la Ciudad de México y otras entidades una cuota por recepción o disposición final de la basura, dijo que la política pública prevista es “una economía circular”, es decir, el plan de desarrollo estatal establece que van a buscar disminuir el consumo y aprovechar el residuo orgánico e inorgánico, para disminuir el volumen que lleven a un depósito final.
Es así, que ambos gobiernos —del Estado de México y la Ciudad de México— alistan la regulación para la disposición final de la basura a través de centros de compostaje, que serán regionales, con la premisa de erradicar tiraderos a cielo abierto, señaló la funcionaria.
En este sentido, apuntó, la apuesta es crear centros de compostaje, de disposición final que no sólo no sean privados y que no entierren la basura únicamente, sino que se haga un aprovechamiento del mismo. Refirió que en la entidad hay un promedio de tres tiraderos a cielo abierto por municipio y cada uno de los 17 millones de habitantes generan al menos 1.5 kilos de basura al día, además de las toneladas que llegan de la Ciudad de México.
Sobre los tiraderos a cielo abierto, agregó que también hay pláticas con los 125 municipios mediante cinco regiones, pues la disposición final de esos residuos es facultad o responsabilidad de los ayuntamientos, pero el estado delinea la política pública y la meta es generar un bienestar para el municipio y para los mexiquenses con la política de basura cero.
Reiteró que en la entidad es muy reducido el porcentaje de basura que tiene una disposición final adecuada, siendo los municipios en mayor parte los responsables del servicio de recolección y el destino de la misma, aunque la Secretaría de Medio Ambiente define la política pública, por lo que regulará que las administraciones locales tengan una obligación y de manera conjunta los municipios cumplan con el estado.
Para ello, abundó, los ayudarán con los centros de compostaje y con la educación ambiental de manera obligatoria en las escuelas, generando conciencia y provocando un cambio de cultura, “porque el estado no puede solo, ni el estatal, ni el municipal, ni el que me digan, pero es junto con la voluntad ciudadana que vamos a lograr un cambio”.
Datos
Con base en el Plan de Desarrollo estatal, la entidad gestiona 26 mil 548 toneladas diarias de Residuos Sólidos Urbanos (RSU) y de manejo especial, tanto del Estado de México, como de la Ciudad de México e Hidalgo, de las cuales 63% terminan en rellenos sanitarios, 10% en tiraderos a cielo abierto, 7% en sitios controlados y 2% en sitios foráneos, habiendo un porcentaje importante de residuos que tienen como destino final sitios no controlados, barrancas o cuerpos de agua, generando un importante daño al medio ambiente y a la salud de la población mexiquense.
Además, señala que 11% de los residuos son reciclados, tratados o acopiados y 5% son sujetos a otro tipo de manejo, a pesar de la reforma al artículo 125 de la Ley Orgánica Municipal del Estado de México, que establece que los municipios tendrán a su cargo la recolección segregada, para fomentar la economía circular y promover la valorización de los residuos sólidos urbanos.