Toluca, Méx.— Fraude, acoso y robo de contraseñas son los tres delitos más denunciados ante la Policía Cibernética del Estado de México, que cerró 2023 con 16 mil 851 reportes ciudadanos, además de 15 a 20 mandamientos judiciales que reciben en promedio al mes para investigar cuentas falsas, páginas fraudulentas o redes sociales, informó Asunción Álvarez Alvarado, encargada de la corporación.
En entrevista con EL UNIVERSAL, explicó que normalmente cada año hay un incremento en este tipo de delitos, y en este periodo fue de aproximadamente 5% con relación al año anterior, es decir, cerraron 2023 con las cifras mencionadas.
Aunque esta vez llamó la atención que el robo de contraseñas se elevó considerablemente, pues ocupó el segundo lugar en la lista de delitos reportados a dicha área de la policía estatal.
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La especialista detalló que los ciberdelitos son todos aquellos reportes que recibe la policía estatal que se cometieron a través de las tecnologías de la comunicación o de la información, es decir, utilizando equipos inteligentes (celulares, tabletas, computadoras), así como mediante las redes sociales, los servicios de mensajería y todo lo relacionado con la tecnología.
Precisó que en el Estado de México, el mayor número de denuncias se concentra en los municipios de Ecatepec, Toluca, Nezahualcóyotl, Cuautitlán Izcalli y el quinto sitio varía entre otras demarcaciones; sin embargo, puntualizó que en los dos primeros ayuntamientos presumen que la cifra de reportes podría estar relacionada con la densidad poblacional.
Las edades con más vulnerabilidad hacia estos delitos dependen de cada modalidad; por ejemplo, el acoso cibernético está más cargado hacia las mujeres de 29 a 35 años, aunque se estima que en el caso de los hombres existe, pero no es denunciado con la misma frecuencia; en fraude, las víctimas oscilan entre los 35 a 45 años, y personas de la tercera edad son más propensas al fraude en la banca electrónica, un delito que comenzó desde la pandemia de Covid-19 y fue creciendo porque se vieron obligadas a usar la tecnología y el delincuente sabe dónde y cómo llegarle a la víctima, sobre todo quienes reciben una pensión y tienen en sus cuentas cantidades fuertes o a quienes les generaron préstamos.
Álvarez Alvarado indicó que en la entidad la modalidad que más se reporta es el acoso. Prácticamente en todos los incidentes el delincuente utiliza algún medio de comunicación o tecnología para amenazar, hostigar a la víctima. Es algo que se les facilita porque no existe una forma en que la Policía Cibernética haga el reporte de un perfil y que por la naturaleza del mismo se dé de baja.
“Lo que hacemos es asesorar a la víctima en el sentido de que cuando está siendo acosada a través de las redes sociales les proporcionamos las herramientas y a la par les enseñamos cómo protegerse.
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“Si bien existe mucha información advirtiendo sobre los riesgos de subir contenido a las redes sociales, a pesar de que hay advertencias en todos los niveles de este tema, se continúa haciendo, las personas no tienen conocimiento de cómo actuar ante esto y no saben usar configuraciones de privacidad en sus cuentas”, añadió.
En tanto, el año pasado el robo de contraseñas ocupó el segundo lugar en la lista de delitos. Se desarrolló una modalidad en la que se filtró la base de datos de Hotmail y entonces los delincuentes tuvieron acceso o pudieron obtener información de las cuentas de redes sociales vinculadas a correos de esa empresa, esto se da porque desafortunadamente el usuario no cuida la privacidad y en ocasiones por no querer aprenderse una contraseña para cada cuenta, dejan la misma y el delincuente lo sabe, así que logran ingresar.
Sobre los mandamientos ministeriales, comentó que se mantiene un cifra estándar, pues muchas veces no es que la autoridad judicial olvide la investigación, sino que quizá el ciudadano denunció pero el MP tomó otras vías de investigación; por ejemplo, en el caso de fraude, revisa las páginas que fueron creadas y tienen números de cuenta o telefónicos y gira la indagatoria hacia esos datos.